Cecil Rhodes |
A veces desconocemos dónde conduce la curiosidad.
Esta historia con este título tan raro surgió mientras veía la película El
Irlandés (The Guard) del director John Michael McDonagh. Situada en Galway, la película está
protagonizada por un policía irlandés de métodos muy particulares, que se ve
obligado a colaborar con un agente del
FBI, enviado allí ex profeso para
intervenir en un caso de tráfico de drogas. Sin entrar en matices relativos a la
diferente personalidad de cada uno y de sus particulares métodos para
solucionar el caso, en una de sus conversaciones Don Cheadle, el agente del FBI,
confiesa a Brendan Gleeson, nuestro poli a su manera, que es un Rhodes Scholar.
¿Un
Rhodes Scholar? ¿Qué es un Rhodes
Scholar? El nombre tiene relación con el británico
Cecil John Rhodes (1853-1902) y sus Rhodes Scholarships, becas que son
consideradas las más prestigiosas de todo el mundo y se conceden para cursar estudios en la
Universidad de Oxford con el fin de
alcanzar el más alto nivel de excelencia en diferentes disciplinas. Así lo dejo
establecido en su testamento como legado para el Reino Unido y se aseguró de financiar estas becas con el objetivo de
costear la educación de personas con ambición similar a la suya.
Cecil Rhodes no se caracterizó por ser un hombre
ejemplar ni un defensor de los derechos humanos, sino más bien por todo lo contrario. En 1870 se traslada a la colonia británica de
Sudáfrica para trabajar en la fábrica de algodón de su hermano, pero al año siguiente
decide probar suerte con la explotación de minas de diamantes. Comienza
alquilando bombas de agua a los mineros y
en 1873 invierte los beneficios obtenidos en la adquisición, a muy bajo
precio, de gran cantidad de licencias para explotar la mina de Kimberley, que
en esos momentos se considera agotada.
La suerte le convierte en un
hombre rico al descubrir que las capas inferiores son un filón aún sin
explotar.
Nathan Rothschild |
En 1880 Rhodes y su socio, Charles
Rudd, crean el imperio de diamantes The
Beers, que en la actualidad controla el 60% del mercado de diamantes y en su
momento llegó a controlar el 90%, un
negocio redondo cuya expansión quedó asegurada con la financiación de la
familia Rothschild.
Racista y manipulador sin escrúpulos consigue que el rey de los
matabeles, Lobengula, firme un tratado
en el que concede una gran cantidad de territorio a Gran Bretaña, que se llamará Rhodesia y son las actuales repúblicas
de Zimbabwe y Zambia. En 1890 es nombrado Primer Ministro de la Colonia del Cabo.
Creía firmemente en la superioridad de la raza anglosajona y su idea divina era
la expansión del Imperio Británico por todo el mundo a lo cual se dedicó, financiando y participando activamente desde
su posición política en las incursiones expansionistas de los británicos.
Su ideología queda patente en algunas de sus
citas:
«Tenemos
que encontrar nuevas tierras a partir de las cuales podamos obtener fácilmente
materias primas y al mismo tiempo explotar la mano de obra barata que suponen
los nativos de las colonias. Las colonias también proporcionarían una salida
para los bienes excedentarios producidos en nuestras fábricas.»
“Ser
inglés es ganar el primer premio en la lotería de la vida”
Rudyard Kipling |
El poeta y novelista británico Rudyard Kipling
(Bombay, 1865- Londres, 1936) conoce a Cecil Rhodes cuando viaja a Suráfrica en
1898 para pasar con la familia las vacaciones de invierno, estancia que se
repetirá en los años sucesivos hasta 1908. Es muy bien recibido en el círculo político
de la Colonia del Cabo y Cecil Rhodes facilita que la familia se instale en una
casa llamada “The Woolsack”, a muy poca
distancia de la mansión del propio
Rhodes.
Esta visión proteccionista
y de superioridad del hombre blanco y su cultura y la necesidad de imponerla parece
ser el germen que inspirará el poema que
poco más tarde, en 1899, escribirá Kipling, “The White Man´s Burden” (La Carga
del Hombre Blanco), donde anima a Estados Unidos a “cargar” con el peso de la
expansión imperialista, de la misma forma que ha hecho el Imperio Británico. El poema ha suscitado diferentes
interpretaciones y no han faltado las versiones que cuestionan y parodian la
ideología subyacente en el poema de Kipling, entre ellos The Brown Man´s
Burden de H.T. Johnson y The Poor Man´s
Burden de George McNeil
The
White Man´s Burden
Take up the White Man’s burden—
Send forth the best ye breed—
Go send your sons to exile
To serve your captives' need
To wait in heavy harness
On fluttered folk and wild—
Your new-caught, sullen peoples,
Half devil and half child
Take up the White Man’s burden
In patience to abide
To veil the threat of terror
And check the show of pride;
By open speech and simple
An hundred times made plain
To seek another’s profit
And work another’s gain
Take up the White Man’s burden—
And reap his old reward:
The blame of those ye better
The hate of those ye guard—
The cry of hosts ye humour
(Ah slowly) to the light:
"Why brought ye us from
bondage,
“Our loved Egyptian night?”
Take up the White Man’s burden-
Have done with childish days-
The lightly proffered laurel,
The easy, ungrudged praise.
Comes now, to search your manhood
Through all the thankless years,
Cold-edged with dear-bought wisdom,
The judgment of your peers!
La Carga del Hombre
Blanco
(Traducción
de Carlos Francisco Monge)
Tomad
esta carga del hombre blanco.
Enviad
vuestras crías mejores;
Forzad
a los hijos al exilio
Para
cumplir las urgencias de vuestros prisioneros,
Y
para obedecerles, como un pesado yugo,
A
unas tribus hostiles y salvajes;
A
esos pueblos ariscos, apenas capturados,
Medio
demonios y medio niños.
Tomad
esta carga del hombre blanco,
Quien
estoico resiste
Y
oculta los apremios del terror,
Y
refrena su orgullo
Con
palabras abiertas y sencillas,
Y
cien veces más simples,
Quien
se esfuerza y quien busca
El
favor y el provecho a los demás.
Tomad
esta carga del hombre blanco,
Sus
guerras ensañadas por la paz,
Saciad
las bocas hambrientas,
Anhelad
el fin de las enfermedades;
Mas
cuando estéis muy cerca de la anhelada meta
En
pro de los demás,
Veréis
a la Pereza y a la pagana Sevicia
Lanzar
las esperanzas a la nada.
Tomad
esta carga del hombre blanco.
Olvidad
para siempre los reinos de artificio;
Y
asumid el trabajo del siervo y el trapero,
La
historia de las cosas cotidianas.
No
accederéis a los puertos,
No
pisaréis los caminos,
Tendréis
que construirlos con vuestros vivos
Y
señalarlos con los muertos.
Tomad
esta carga del hombre blanco,
Y
así mereceréis ese maldito premio:
La
acusación de vuestros inferiores,
El
odio de vuestros protegidos,
Las
quejas de quienes conducís
(¡tan
laboriosamente!)hacia la luz:
"Oh
amada noche egipcia,
¿por
qué nos libran de la esclavitud?".
Tomad
esta carga del hombre blanco,
No
oséis rebajaros,
Ni
clamar demasiado por la libertad,
No
más para ocultar vuestro cansancio.
Por
todo lo que gritáis o susurráis,
Por
lo que habéis dejado o habéis hecho,
Aquel
arisco pueblo silencioso
Juzgará
a vuestro Dios y a vuestro ser.
Tomad
esta carga del hombre blanco,
Olvidad
esos tiempos de la infancia,
Los
laureles ganados sin gran merecimiento,
Los
fáciles elogios sin rencores.
¡Ya
se acerca inquiriendo por vuestra madurez,
y
durante estos años ingratos
de
costosa sabiduría,
el
impávido juicio de vuestros semejantes!.
Más
información:
Pues mira ANGIE, yo de Kipling, lo único que conocía hasta leerte a ti ahora, era el libro de la selva y para eso en versión Disney que ni siquiera lo he llegado a leer directamente.
ResponderEliminarMe parece que usas su poema como un espejo en le que mirarnos ¿no? me refiero que sin saber si quiera si Kipling era proimperialista o su poema es pura ironía, parece que describe lo que somos, lo que nos hacen y las justificaciones para todo ello. Supongo que en el fondo todo conquistado, aplastado y reconvertido a lo que quiere el conquistador, tiene su parte de culpa si asume la conquista sin pelea, si dócilmente se deja dirigir y asume la autoridad, modos y maneras de quien se la impone... al final, tarde o temprano todo pueblo colonizado explota y lucha por su independencia... lo malo es que a veces se sale de un imperio opresor extranjero y se cae en uno impuesto por los de casa... como si el mundo fuera una ratonera de la que es imposible quitarse una bota u otra del cuello:-((
Gracias por todo esto que me has contado profe, además, súper fácil y ameno. Miré la peli que dices, tiene buena pinta:))
Muaaaaaaaaakss enoorme ANGIE/POPINS :-)
PD
Por cier, ANGIE no se actualizó la entrada en el blogoroll, me he pasado para curiosear ( por eso lo del paraguas volador.-) y he visto tu nueva entrada aquí... republícala a ver si así cambia la antigua allí ¿sí? ... Merece la pena siempre, pero en esta... estás en vena niña...¡¡súper victoriana!! :-)
Gracias, María, voy a intentar arreglarlo, aunque miedo me da porque ayer ya tuve que rehacer la entrada para poder publicarla. Allá voy.
ResponderEliminarBesos.
¡¡Ya está campeona!! ya has actualizado jajaja eso sí, sin foto y sin título de la entrada, pero estás arriba del todo... ya a aparecerá allí lo que te falta... yo no sé como ayudarte, no sé nada de estos rollos, quizá algunos de los sabios que pasa por aquí te diga como hacerlo:-)
ResponderEliminarMuaaaaakss
No termino de arreglarlo, no sé qué pasa. He modificado el título, he modificado la hora... por probar. He publicado una entrada vacía y ahora se ve en otros blogs pero no sale como siempre.
ResponderEliminarBesos, y gracias de nuevo.
María, ahora he visto tu mensaje en el correo. Sí, soy una campeona pero ahora me fallan los comentarios, no salen. ¡Cambio y corto!
ResponderEliminarYa te veo, corrijo, todo en orden en la zona "Comentarios"
ResponderEliminarjajajaja xD ¡¡qué estreeesss!! es la tarde ANGIE... yo estoy como una moto y no sé por qué jajaja no te preocupes, ya está todo en su sitio, prepara pinchitos que te llegará la concurrencia en nada ¿te ayudo?.-) nooo mejor nooo que hoy te lo tiro todo:-) ... estoy atenta, si veo que sale humo o algo raro, vengo con la regadera... o sea, yo misma:-) esto debe ser todo culpa de Kipling, nooo le invites más, va a ser que era imperialista de verdad:-)
ResponderEliminarMe he reído de lo lindo, María. Me he reído de llorar.
ResponderEliminarBesos.
La verdad es que siempre he tenido fascinación por el mundo victoriano y he leído mucha narrativa y algo de historia de aquel período, creo que ayer se conmemoraba el bicentenario de esa maravillosa obra de Jane Austen, "Orgullo y prejuicio".
ResponderEliminarRespecto al tema colonial creo la postura británica y la de Cecil Rhodes en concreto era la compartida por el resto de países europeos con intereses coloniales en África. Solo hay que ver la política genocida de Leopoldo II en el Congo.
La ambigüedad de Kipling respeto al colonialismo es semejante a la del que admira algo exótico pero al mismo tiempo su propia educación europea le dice que se debe considerar superior. Era un escritor extraordinario y aconsejo a María que si no lo conoce o no lo recuerda que lea este maravilloso poema llamado If:
Si puedes mantener en su lugar tu cabeza cuando todos a tu alrededor,
han perdido la suya y te culpan de ello.
Si crees en ti mismo cuando todo el mundo duda de ti,
pero también dejas lugar a sus dudas.
Si puedes esperar y no cansarte de la espera;
o si, siendo engañado, no respondes con engaños,
o si, siendo odiado, no te domina el odio
Y aun así no pareces demasiado bueno o demasiado sabio.
Si puedes soñar y no hacer de los sueños tu amo;
Si puedes pensar y no hacer de tus pensamientos tu único objetivo;
Si puedes conocer al triunfo y la derrota,
y tratar de la misma manera a esos dos impostores.
Si puedes soportar oír toda la verdad que has dicho,
tergiversada por malhechores para engañar a los necios.
O ver cómo se rompe todo lo que has creado en tu vida,
y agacharte para reconstruírlo con herramientas maltrechas.
Si puedes amontonar todo lo que has ganado
y arriesgarlo todo a un solo lanzamiento ;
y perderlo, y empezar de nuevo desde el principio
y no decir ni una palabra sobre tu pérdida.
Si puedes forzar tu corazón y tus nervios y tus tendones,
para seguir adelante mucho después de haberlos perdido,
y resistir cuando no haya nada en ti
salvo la voluntad que te dice: "Resiste!".
Si puedes hablar a las masas y conservar tu virtud.
o caminar junto a reyes, y no distanciarte de los demás.
Si ni amigos ni enemigos pueden herirte.
Si todos cuentan contigo, pero ninguno demasiado.
Si puedes llenar el inexorable minuto,
con sesenta segundos de lucha bravía...
Tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,
y lo que es más: serás un hombre, hijo mío.
Precioso, de las cosas más increíbles que he leído. Lo dice todo.
ResponderEliminarMil gracias.
Muchos besos y feliz noche a los dos.
La época Victoriana, no cabe duda que fué una época gloriosa para Inglaterra: con la revolución industrial y sus colonias.
ResponderEliminar-Que poemas tan cargados de significado histórico.Y el de Krapp mon dieu: eso es, un canto a la libertad!.
Conózco poquito de este escritor pero lo poco que conozco me gusta su lírica.
Besos feliz finde Angie.
Dr. Krapp, a mí me llama mucho la atención cómo de una cosa fue saliendo otra hasta unir cabos que tenían una íntima conexión. Cecil Rhodes decidió que sus ideas imperialistas le trascendieran a través de sus Rhodes Scholarships, dotando al Oriel College de Oxford, al que él asistió, con la financiación suficiente para seguir con sus maquinaciones. Aunque suena a teoría conspiratoria, yo cada vez estoy más convencida de que no nos gobiernan quienes nos gobiernan.
ResponderEliminarLeyendo sobre este tema topas con otro filántropo de enorme tamaño como el que citas, el rey Leopoldo II de Bélgica, que hasta llegó a apropiarse del Congo y se enriqueció esclavizando a la gente sin dudar en torturar y castigar hasta la muerte para obtener mayores beneficios. Todo ello mientras Europa, o no se enteraba o no se quería enterar, porque, efectivamente, otros países igualmente hacían de las suyas. La cuestión es que la riqueza de África se la apropiaron unos cuantos así, como el que no quiere la cosa.
El valor de la aportación literaria de Kipling es indiscutible pero su ideología como adalid del imperialismo británico ha sido también bastante criticada. Su “hombre blanco” es algo equiparable a su ideal de civilización pero ya sabemos de qué "personajes” se rodeó y las masacres que se hicieron como consecuencia de sus políticas “civilizadoras”, que lo que perseguían en el fondo era la conquista de territorios de gran riqueza y mano de obra para explotarlos.
Respecto a Jane Austen, me la imagino paseando por Bath, dando rienda suelta a su sensibilidad imaginativa, feliz, esbozando su "Orgullo y Prejuicio" y a su querido Mr. Darcy.
Besos.
María, el Dr. Krapp te ha puesto un poema precioso. A mí me encanta, me parece muy sabio, si no fuera por la última línea, y saber que, parece ser que fue dedicado a quien se decía que era el amante de Cecil Rhodes, Leander Starr Jameson, personaje en la misma línea civilizadora ya descrita.
ResponderEliminarEn cualquier caso a mí me encanta. Tengo una alumna que escribe poesía y ha ganado algunos premios. Hace poco me reuní con ella y le pedí que me dejara algo que hubiera escrito, me trajo un poema que me pareció buenísimo así que yo le llevé éste para que lo tradujera al español. Me vino al pelo porque tiene problemas en casa y lo ví como una excusa para hablar sobre el tema. Además cuadraba muy bien con la materia que estamos, las Oraciones Condicionales.
Por cierto, qué trajín el del otro día, qué semana llevo... no conseguí arreglarlo, es como para hacer explotar el blog.
Gracias por pasarte por aquí, María.
Hola Bertha, yo no sé casi nada, pero cuando me atrae algo y tira de mí yo sigo, en ocasiones se queda todo en un rincón, aparcado, y en otras, como en este caso, me da por recomponerlo. He disfrutado mucho haciéndolo y lo bueno es que de alguna forma me resultará útil en mis clases, les saco provecho, aunque estoy de mi grupo que no sé cómo vamos a terminar. LLevo una semana "raspa" total.
ResponderEliminarBesos, preciosa.
Tengo que felicitarte, Angie, por la extraordinaria clase magistral que nos has ofrecido. Y también felicito a nuestro común amigo, Dr. Krapp, por la rica aportación que ha hecho como complemento de tu entrada.
ResponderEliminarMaría, una genial animadora. Como siempre.
Del colonialismo se podría hablar largo y tendido. Sobre todo del hispano y la Leyenda Naegra...
Sólo quiero aportar dos notas: En Argentina, donde apenas quedan nativos, fue tras la independencia cuando se hizo un tremendo exterminio. Ahí está el general argentino Roca que en 1878 llevó a cabo una horrible matanza. Cien años después, Videla celebraría esta episodio llevando a cabo otra...
En México, los indígenas han ido a peor, si cabe, tras la independencia...
Con esto no quiero dulcificar ni muchísimo menos la explotación y la violencia de los imperios colonialistas...
Besos, Angie
Muy interesante lo que cuentas. La historia está llena de casos como el que cuentas. Y así se hace la historia. Pero es bueno conocerla.
ResponderEliminarUn beso.
Pues yo no conocía a ninguno de los personajes que has citado y de los que has compartido biografía y tendencias, así que te agradezco mucho la información, Angie.
ResponderEliminarAprendí la palabra "scholarship" gracias a una cliente que tuve en el hotel donde curraba hace 1000 años y que me dió un par de libros muy interesantes... También me enseñó la diferencia de significado de "tear" según su pronunciación... :D
Un beso, angie
La historia y el mundo actual está lleno de filántropos genocidas, Luis Antonio. Personas como Cecil Rhodes siguen siendo considerados héroes, si no escarbas un poco no te enteras de por dónde van los tiros.
ResponderEliminarGracias por todo lo que me dices, eres muy amable.
Besos para ti.
Que al menos podamos poner en su lugar a algunos de estos salvadores, Miguel.
ResponderEliminarGracias. Besos.
Novicia, aunque parecen significados diferentes "lágrimas" "rasgadura" "rasgar" tienen mucha proximidad en su significado, a mi me lo parece, al menos. En la canción de Eric Clapton "Tears in Heaven", ese Tears se me hace muy grande y significativo. Una canción ideal para enseñar las Oraciones Condicionales del Segundo Tipo. Mis alumnos piensan que la canción es tremendamente triste, pero estoy segura de que les servirá en su aprendizaje.
ResponderEliminarMuchos besos. Por cierto, ya he visto la receta de los bertones. Sí que parece laboriosa pero deben de estar riquísimos.
¡¡ANGIE!! he venido hasta esta entrada porque de pronto he mirado en mi blog y tu blog se ha caído al final del blogoroll aquí abajo hace dos años ... solo para que lo sepas cielo... no sé por qué.. debe ser que quiere que le escribas algo que se muere de hambre el pobre desde tus guisos de navidad sin comer...
ResponderEliminarSupongo que tus clases y todo lo demás te absorben ...normal!
Creo que solo los viciosillos de esto seguimos contra viento y area jaja hasta vete a saber... hasta que quedemos cuatro amigos;))
Aprovecho y te dejo un beso graande... Muaaaaaaaakss! que todo te vaya de maravilla bonita.
Huy, María, no tenía ni idea de que mi blog se había ido por esos derroteros, de allá abajo del todo. Debe de ser que ha decidido adquirir autonomía en vista del poco caso que le hago. Nada, sin poblema, en cualquiero momento me pongo la primera en todo lo alto y listo.
EliminarYa sabes que esta entrada fue rebelde desde el principio. El tal Cecil Rhodes no debe de parar quieto en el más allá.
Y sí, sí, estoy casi totalmente absorbida, pero bien.
Gracias por pasar por aquí. Un beso muy fuerte. En seguida paso a verte.
Me encantó todo, Angie. Me dieron ganas de ver la peli y de leer a Kippling, y, ¿por qué no? de regalarme un diamante aunque no pagaría el precio de ser so ruthlessly white... Me saco el sombrero también por la aportación de Krapp. Ustedes son un lujo,che ;)!
ResponderEliminarBesos!
Fer
Gracias, Fer. Pues ya sabes, a ponerse a la tarea. Yo sí que disfruto con tus escritos. El otro día me recordaste el tiempo en que estuve en Felpham (West Sussex) y la preciosa casa donde William Blake vivió un tiempo, y bebí cervecita rica en el pub donde él solía ir, que está a un paso de la casa.Tengo fotos preciosas de esa casa. Tantas cosas me vinieron a la memoria que encontré un vídeo que aquí te dejo:
Eliminarhttps://vimeo.com/107700951
Un abrazo, Fer.