Todo empezó cuando llamó la tía diciendo que había enviado un "giro inmediato" para "el Niño", nada que ver con la lotería, no, para el que tengo de Erasmus. Así que, al día siguiente, me dirigí a Correos a recogerlo. Me acerqué al mostrador donde me atendió un empleado joven, tan alto que me pareció que yo no le llegaría ni a la cintura. Me hizo pasar a un extremo del mostrador y me pidió el número de localizador y el DNI. Al abrir la cartera el primer documento que apareció ante su vista fue el carnet de conducir. Le faltó tiempo para decirme que con ese documento no podría identificarme, que no servía, que era necesario el DNI. Mientras sacaba el DNI, algo en mi cabeza me dijo que iba a tener problemas. Efectivamente, no me equivoqué. Pacientemente esperé a que cotejara los datos del carnet con la información que le aparecía en pantalla hasta que finalmente habló: "no puedo dártelo, no aparece María"
Siguió una conversación sin sentido donde argumenté que le había dado el número de localizador y estaba perfectamente identificada con mi DNI. Además mi domicilio personal estaba en el DNI, dato que también había sido requerido en el trámite del giro. Le explicaba todo esto mientras que en mi fuero interno ya sabía que mi retahíla de razones no era ni más ni menos que el pataleo del que se va a ir tal y como ha llegado. Impávido y machaconamente insistió: falta el "María". Ya con todas las alarmas encendidas le respondí que Marías, en España, somos todas, lo demás es lo que nos diferencia, y dando los buenos días salí por la puerta muy enfadada.
No le dio la gana dármelo y punto. Una coma de más o de menos o una tilde dudosa le habría servido igualmente para invalidar la prueba que le presentaba. Si rechazaba hacer efectivo el giro porque no existe un "María" delante del nombre, qué pasaría si en lugar de Díez se hubiera tratado de Diez, aunque igual de este detalle, él, no se habría percatado, porque una cosa es darse cuenta de que falta "María" y otra muy diferente ser consciente de la relevancia de una tilde o una coma en el lugar adecuado.
Decía mi tío que hay personas a las que les pones una gorra de plato y se creen capitán general. Lo mismo les pasa a ciertos individuos cuando los colocas en determinado lado del mostrador. Se impregnan de poderío, de esa jurisdicción de barra desde donde desarrollan esa capacidad y habilidad para encontrar placer moviéndose sutilmente entre vericuetos y resquicios hasta encontrar los cinco pies al gato, hasta descubrir la prueba que legalmente les dé derecho a complicarte la vida, a amargártela aunque solo sea un poquito, porque de ello depende su felicidad y bienestar.
Recuerdo otro caso como éste en la DAT que corresponde a mi Centro. Normalmente, cuando tengo que solucionar algún problema voy por la mañana, porque me viene mejor y porque hay más personal atendiendo. Raro es el caso en que salgo de allí sin realizar el trámite y cuando no es posible no es por falta de buena voluntad. Sin embargo, por la tarde suelen turnarse y a veces solo hay una persona. Si coincide que es Fulanita, un simple trámite se convierte en una odisea hasta el punto de que la última vez que entré por la puerta y la ví me quedé petrificada sin capacidad de juicio para decidir si mi siguiente paso debería dirigirse hacia dentro o hacia fuera del recinto. Y ello, a pesar de la carrera que me había dado para llegar antes de que cerraran. Hubo suerte y cuando la encantadora empleada empezó a poner pegas, un alma compasiva que trabajaba en el interior se percató de la situación y tras dirigirme una mirada cómplice soltó en alto la dirección que necesitaba. Quedé salvada.
Ni que decir tiene que cuando falla un eslabón el resto se trastoca. Así que la cuestión "María no aparece" trajo consigo una interminable sucesión de llamadas de mi a la tía -que nunca descolgaba porque a la cuarta llamada por alguna razón se corta- y de la tía a mí cuando ve las "perdidas".
Finalmente consigo que vaya a Correos y deje constancia del "María". Feliz y contenta me llama el sábado para decirme que ya está todo solucionado, que le han gestionado un nuevo "giro inmediato" (ya llevamos 4 días del inmediato), cobrado otros 3,45 euros por emitirlo y roto y tirado a la basura el anterior "para que no se equivoque".
Salí de casa escopetada, podría decirse que casi en zapatillas de la prisa que me entró, con la esperanza de encontrarlo allí y decirle las consecuencias del "María" de marras. Y estaba. Esperé mi turno y cuando me llegó entregué la documentación para que me abonara el giro. Después le conté en qué había derivado su "María", lo que había generado su incompetencia y mala voluntad: los paseos innecesarios de una persona de 82 años, las llamadas teléfónicas, lo del nuevo giro en lugar de una rectificación de los datos y el nuevo pago injustificado, ya que los únicos responsables de todo aquello eran las personas que habían tramitado el giro, empezando por él y en ningún caso mi tía. Le pedí que se identificara porque iba a presentar una reclamación. A la tía y a mí nos habían tocado demasiado las narices, aunque solo fuera por dignidad ahora nos tocaba a nosotras.
Ya tengo el esrito: dos folios completitos letra tipo Colibrí tamaño 11. Mañana voy a que me lo registre.
Con perdón, pero está en la categoría de los "Mal follados" y amargan la vida a los demás porqué sí.
ResponderEliminarAngie, esa reclamación es lo que se merece ese pedazo de neardenthal.
Un beso
Me encanta cuando me toca alguno de estos supermanes sin capa. Con lo de "no vale el carnet de concucir" me hubiera bastado para divertirme un rato.
ResponderEliminarA efectos de identificación en este país sólo son válidos los documentos expedidos por el ministerio del interior; es decir: DNI, pasaporte y carnet de conducir. Con esto queda todo dicho. Si al tipo no le vale el carnet de conducir, eso lo iba a tener que explicar luego al juez; porque yo llamo a la policía me identifico con el carnet de conducir explicandole que voy a formular una denuncia contra el tipo en cuestión por negarme el giro sin que medie causa alguna.
Me pasó en una ocasión en un camping que me querían retener el carnet en tanto durase mi estancia en dicho camping. Como era una kedada, no tenía la opción de irme a otro. Monté un lio de mucho cuento.
jajaja xD ¡¡ haberme llamado ANGIE !! con tu DNI y el mío completabas lo que te faltaba y le evitábamos a tu tía el trajín que tuvo y a ti, el mal trago y el cabreo:-)
ResponderEliminarSin duda en esta vida hay dos tipos de personas, los que yo llamo Don "pero" y los resolutivos. En cualquier trabajo hay tocanarices escocidos, si estos están cara al público, pagan sus frustraciones con los sufridos que deben soportarlos. Una vez para que te consueles, tuve que hacer venir a una clienta mía de 70 años desde París que había otorgado un poder en el consulado español para ratificar un convenio en el que su ex marido le aumentaba la pensión... o lo que es lo mismo para confirmar que quería que su ex le pasara más dinero, porque un secretario de un juzgado fue tan imbécil como ese zoquete de correos.
No te hagas mala sangre cielo, pero yo que tú le escribía esa carta de letra minúscula en inglés del siglo XVIII , para que sufra en condiciones :))
Muuuchos besos ANGIE... de la María que te faltó, sin ser necesaria:-)
Sí, se que existen así en toda clase de profesiones y escalas burocráticas pero yo le tengo una especial repulsión a estos dignos funcionarios de correos como el que relatas. Esos que cuando llegan las 2 de la tarde cierran la ventanilla y no pueden seguir atendiendo a la persona que estaba delante. Esos carteros a través de los que no recibes correo durante una semana y en un día determinado recibes un montón de cartas con un matasellos lejano en el tiempo e incluso con impresos fuera de plazo para determinados asuntos que requerían tu atención.
ResponderEliminarLo siento es fácil generalizar lo sé, pero cuanto más pienso en un funcionario de Correos más me gusta la Revolución Cultural de Mao cuando decidieron poner a picar piedra a tanto chupatintas.
Pero yo se la voy a amargar también un poquito a él, Josela, me ha enfadado mucho. Es lo que me queda. Al de aquí y a la de allí, a los dos.
ResponderEliminarGracias, besos.
Desastre, en una de sus páginas de Correos nos venden la agilidad y facilidad del servicio y lo fácil que es recibirlo tan solo con el localizador. En la reclamación les remito a la página. Drspués encontré otra donde los requisitos son el localizador y algún documento oficial que te identifique como el carnet de conducir, documento éste que me habría negado. Vamos, que no seaclaran ni ellos pero está a la vista de toda España. A esta última página no les remito, si quieren que la busquen ellos.
ResponderEliminarYa se me ha pasado un poquito el mal humor, pero aún me dura, sobre todo por el trastorno para la tía.
Besos.
Ya sabía yo, María, que en cuanto leyeras que faltabas vendrías corriendo. Ya ves, entre tu nombre y el mío lo habríamos solucionado en un momento, pero como no estabas he tenido que defenderme yo sola.
ResponderEliminarCuando hoy me he presentado allí, él no estaba, me ha atendido una chica joven que no estaba el otro día y ha empezado diciéndome que ellos las reclamaciones las tenían informatizadas. Así que muy tranquilamente le he dicho que no tenía problema con su informatización pero los dos folios de mi reclamación iban tal cual. Si tienes alguna duda de mi derecho a registras estos dos papeles te leo la ley, que vengo con ella. A partir de ahí todo ha sido muy fluido y en su texto informatizado han incluido que se adjuntaba un escrito.
Y yo me he quedado tan pancha. he aprovechado para enviar un regalito a la tía por si está apurada y santas pascuas.
Muchos besos, María.
No van a atender mi reclamación en los términos que pido, Dr. Krapp, estoy convencida. He reclamado que le paguen a la tía los segundos 3,45 euros del giro, aunque tendría derecho a la devolución de los dos como indemnización, pero como no lo solicita ella dirán que tururú. Pero a mi me vale. Seguro que la próxima vez, este individuo se lo pensará dos veces antes de actuar como lo ha hecho, creo que eso es lo que me mueve a estas cosas, sobre todo si me pongo en el pellejo de la tía, que no se defiende igual que yo. Si a los que sabemos cómo hacerlo nos hacen mil ¿qué no harán con los que no saben ni que tienen el derecho de reclamar? Me indigna el tema.
ResponderEliminarBesos.
Me ha encantado tu relato y la forma de llevar el asunto. Todos deberíamos reclamar cuando hay razones y fundamento...
ResponderEliminarSolo deberían ser funcionarios los que de verdad FUNCIONAN. Ese que te atendió de semejante manera no se merece el salario que le pagamos los contribuyentes.
Te seguiré llamando Angie porque lo de María parece ser que no lo tienes debidamente acreditado. Jajaja...
Muchos besos (Larra tenía razón...)
Hola Angie:désde anoche que leí tu relato y me reí bastante por la ineptitud de este lumbrera de turno.Estaba para dejarte un mensaje pero no se que pasaba que era imposible...Bueno por fín he podido y, viendo las anedoctas te cuento una que me pasó en la Agencia Tributaria:tenía que firmar un papel y le digo a un empleado que me deje un bolígrafo;cual fué mí asombro!, cuando me dice salga y en la esquina hay una papelería y se compra uno porque si le dejo este y me desaparece ya no me dan ninguno más...Esto es así y, tu dices: no me lo puedo creer?.Al final me puse borde y acabé diciendo que con los tributos que nos cobraban bien valia que pusieran un boli o que nos regalaran unos cuantos con el anagrama.
ResponderEliminarSi señora: hay que denunciar el mal servicio que nos prestan y lo caro que nos salen.
Besos.
Cosas similares pasan a todos los niveles y en todas partes. Ayer, sin ir más lejos, mi compañera, que gestiona las recetas y cartillas de sus tíos, ya mayores, dio con un par de funcionarios similares en el ambulatorio. El de la mañana le dice que con la fotocopia de la tarjeta sanitaria no vale, que necesita el original y que puede volver por la tarde, que están hasta las 8.30. Va por la tarde y la funcionaria de turno le dice que vaya gilipollez, que con la fotocopia sí vale. Se la da y la otra le contesta: Bueno, ahora me voy a merendar, vuelve luego.....
ResponderEliminarEsto es asi de triste.
Un beso, Angie
Pues he tenido que ir de nuevo a Correos por cuestiones del hijo, Luis Antonio y el "reclamado" no estaba. Igual le pilló de paso ese día, pero si no "funciona" al menos que lo arreglen.
ResponderEliminarMi María está perfectamente acreditado, como el de todas, y el colmo es que estamos gobernadas por un Mariano que recorta y, ya que recorta, podría recortarnos el nombre para no tener problemas en Correos. Bien que me he acordado de ese otro Mariano y su "vuelva usted mañana".
De tu nombre no te digo nada porque ya sé que también lo tienes debidamente acreditado y eres un poco renuente a que te llamen Jose Antonio. Je, je.
Besos.
Bertha, haberle dicho que te acompañara hasta allí por si te perdías. Me lo creo, me lo creo, los bolis desaparecen de una forma... en mi centro hasta les ponen una cuerda y a las tijeras de la sala también, incluso a la grapadora, e incluso tienen un un cartel que dice "no sacar de la sala" pero a veces vas a echar mano y solo hay cuerda. Tippex es difícil encontrar y barras de pegamento... yo estoy esperando a que alguno se la deje despistada para guardármela en mi cajita de herramientas de clase donde tengo mis cosas para las manualidades.
ResponderEliminarBesos.
Ay, Novicia, yo creo que todos tenemos historias. Yo te digo otra. Muy cerquita de casa hay un Centro Cívico y allí mismo una oficina de atención al ciudadano y Registro del Ayuntamiento. Me presenté un día allí a registrar no sé qué y estaba cerrado. Eran como las 12 de la mañana y tenían un cartel que decía algo así como "Cerrado por Avería". pregunté en la oficina de al lado y me dijeron que se había roto el ordenador. O sea como se le había roto el ordenador había cerrado la oficina y se había ido a su casa. ¿no tenía nada más que hacer? ¿Se puede ir cualquiera a casa cuando no le funciona algo?. ¿Y qué haces? ¿Reclamas? Pues lo seguirá haciendo, y luego pagaremos justos por pecadores como siempre pasa. Eso por no hablar con las de al lado, con las que también tuve otra experiencia en vivo y en directo.
ResponderEliminarBesos.
Es una verdadera pena que existan individuos de esta calaña en todas las profesiones. Y lo peor de todo es que no hay más remedio que sufrirlos. ¡Qué diferente de cuando uno se encuentra con una persona amable, comprensiva y simpática...!
ResponderEliminarUn beso.
Siento la tardanza, Miguel. Sí, una pena, menos mal que, afortunadamente, son minoría.
ResponderEliminarBesos.
Yo me llamo de primero José, así que en las próximas navidades, montamos un Belen,en vez de un Cristo, jejejeje... Un saludo.
ResponderEliminarPues sí, Temujín, mejor Belenes que Cristos. ¿No ves como es verdad lo que digo, que hay mucho José en este mundo?
ResponderEliminarBesos.