martes, 11 de enero de 2011

Sobre páginas


¡Huy!, ¡huy! Hay que pasar página de nuevo. ¿Y? Y qué. ¿Sobre qué escribo? ¿Sobre qué escribes? Sobre escribir.

Leyendo El País Semanal del 2 de enero del recién despertado 2011 se me ocurrió recoger algunas de las razones por las que determinadas personas se dan a la escritura. No voy a enumerarlas, la fuente mencionada es suficiente, ya he dicho que se me ocurrió, aquí la cuestión es enrollarme un poco para pasar página.

Si de escribir hablamos, Santiago Roncagliolo, entre otras cosas, dice:

Debería decir que escribo porque no sé hacer nada más: no sé montar en bicicleta, llevo un año tratando de sacarme el carnet de conducir, no entiendo las declaraciones de Hacienda y cuando se estropea el ordenador, la única solución que se me ocurre es llorar hasta que se arregle solo.

Ya, ya, tampoco es que aclare mucho respecto a la escritura -para saber sobre sus motivaciones personales remito a la fuente anterior- pero mis coincidencias con él son espectaculares: tampoco sé montar bien en bici, tiendo a frenar en seco y, si la bici es grande, según freno me bajo de un saltito para no caerme de lado. Mi última experiencia fue en Cambridge. Mirando retrospectivamente aún no sé como sobreviví entre tanto coche. Me animó mi casera quien, precisamente, adolecía de una acusada cojera desde que fuera atropellada por un camión cuando regresaba de la compra en bici.

En lo de Hacienda ni me detengo, con escribirlo bien ya cumplo, y respecto a lo de llorar y esperar a que se arregle solo el ordenador no podría expresarlo mejor. Cuando conduzco me pierdo fácilmente, por eso no me gusta ir sola. También es posible que me pierda por hablar, en cualquier caso una M-30, una M-40 o incluso una M-50 andan siempre a mano para sacarme del atolladero. ¿Cuántas veces nos habremos perdido tú yo, verdad, nena? Se reía mi madre el otro día.

En mi caso añadiría algo más: la dificultad de entender algunos porcentajes que, para mí, se vuelven misteriosos cuando se obtienen a partir de otros. Yo me siento tranquila - me siento de sentarme- y escucho con atención. Él se pone de pie y me lo explica, despacio, alto y claro. Vocaliza bien y me mira, a mí y al suelo, utilizando baldosas como ejemplo, porque así lo voy a entender mejor. Eso cree. Supongo que piensa que si vamos por partes igual llegamos al todo. Yo continúo sentada y le miro, a él y al suelo, alternativamente, siguiéndole atenta, sin perder hebra. Él pone todo su empeño, buscando sinónimos a los términos iniciales, dando pequeños giros a la argumentación, gesticulando y depositando con sus manos cantidades imaginarias en diferentes puntos inexistentes a su derecha y a su izquierda, como si el mero hecho de hacerlo incidiera en mi comprensión. Yo me fijo en todo, también pongo empeño, mucho empeño.

- ¿Lo has entendido?
- ¿Pero cómo quieres que lo entienda si el suelo es de parquet?

Escribo - aunque poco- porque me divierto mucho, porque nunca sé dónde me va a llevar la idea inicial, porque combinar palabras es un entretenimiento mágico y saludable; porque aprendo; porque las ideas son sumamente escurridizas, caprichosas y si no las atrapas en grafías se escapan sin remedio; porque me gusta recordar cosas que tuvieron significado y lo siguen teniendo. Porque me hace sentir bien.
Alguna vez he escrito -como dice Juan José Millás- porque no me encuentro bien y coincido con él cuando dice que para saber lo que nos pasa acudimos equivocadamente al análisis de sangre cuando lo indicado sería el análisis sintáctico.

8 comentarios:

  1. Incluso los genios, cuando se les pregunta por su habilidad, dicen que la practican porque no saben hacer nada mejor.

    Es una forma de quitarse de encima una explicación, del todo innecesaria de por qué hacemos las cosas que hacemos.

    Si uno hace pan, casi nadie le preguntará porque lo hace, dará por supuesto que ese pan tendrá una utilidad, un destino para la sociedad, o para la panza de los habitantes de alguna sociedad.

    Escribir no sirve para gran cosa, excepto para esbozar una comunicación a la medida de un momento, sin ninguna interrupción. Un deslizamiento de algo que tiene una pista inmensa en esos momentos para él solo. Sin patinadores que lo empujen o estorben.

    Conducir está muy bien, el carnet se me ha olvidado desde hace milenios, y no tengo un buen recuerdo de su examen. La bicicleta la he dejado hace mil años. Y las declaraciones de hacienda, por desgracia poco hay que entender, sino apoquinar.

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  2. Cuando una persona como a la que aludes dice que solo sabe escribir, lo dice tras haber conseguido el éxito que justifica la tarea emprendida. Lo dice desde el triunfo que le permite valorar por encima del hombro sus otras hipotéticas cualidades. Si demuestra que ha entregado su vida a su actividad y que encima lo hace bien y adquiere reconocimiento, entonces se puede permitir la humildad y un falso automenosprecio en otros terrenos. En definitiva que todo es una pose que otros no nos podemos permitir.

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  3. No sabes como me identifico contigo en varias cosas:
    1- igualito... cuando el pc peta, se atasca, se muere sin más, lo único que sé hacer es llorar... Es que no sé ni por donde ponerme a investigar a ver qué coño ha pasado... Es simplemente ayer, que se cambiaron todas las letras y fotos de tamaño y se quedaron diminutas y me desesperé... al final todo volvió a su ser, pero no sé si toqué algo o no.....
    2 - Conducir... Me hago a diario unos 100 kms. El camino del curro ida y vuelta podría hacerlo con los ojos cerrados. Sé ir igual de ciega al barrio de mis padres (a 10-15 minutos de mi casa). Sé ir muy bien al Hipercor de Méndez Álvaro y a la Gavia..... Lo conocido lo controlo super bien, pero como tenga que ir a algún sitio nuevo.... me muero de los nervios. Y si voy con alguien, vale, pero como tenga que ir sola, fijo que la lío ... soy capaz de cualquier cosa. Es que los nervios me pueden. Menos mal que siempre que me he perdido iba con alguien....
    Escribir.... pues por los mismos motivos que tú has puesto en el penúltimo párrafo. Más que nada por tener una perspectiva externa de mis cosas. Leídas las veo de forma diferente, más objetivamente.

    Un beso, Angie

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  4. Anónimo, si lo piensas todos pasamos por la bici, conducir y hacienda. Escribir ya requiere más dedicación. Mientras que lo anterior viene motivado principalmente por causas externas, escribir es más producto de actitudes y sentimientos personales y le sirve en primer lugar a quien escribe por eso creo que sí es útil.

    Gracias por pasar por aquí.

    Vamos, Dr Krapp, que le has dejado con el ---- al aire. A mí me sonaba un poco a falsa modestia pero tú le has puesto la guinda. Totalmente de acuerdo, para que luego digas.

    Novicia, somos unas supervivientes. Yo me pierdo pero siempre me encuentro. Pregunto y punto. El otro día, cuando llegué a las bravas de Espoz y Mina no es porque las andara buscando es que andaba perdida con mi cuñada, que es mejicana. Como vamos hablando nos pasamos fácilmente de calle y al final te pierdes pero paré a dos muy majos y nos dieron todo tipo de explicaciones.

    También me relaja mucho conducir cuando sé el camino, desconecto del todo y el coche va solo. Además sé que ese rato es mío y lo disfruto.
    Besos, Novicia.

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  5. Me ha encantado esta entrada, Angie. Te felicito.
    Me gustaría saber escribir bien y no sabes cómo admiro a los que tienen esa virtud. Por eso amo la buena literatura.

    A pesar de las evidentes limitaciones propias, me gusta escribir porque te obligas a pensar mejor lo que tratas de explicar y la normativa sintáctica, aunque nos limite la naturalidad, también nos marca unas reglas, lógicas o no, que exigen un esfuerzo añadido. Y como bien sabemos, todo lo que cuesta, vale.

    Me gusta conducir con copiloto/a que haga las veces de GPS. Cuando lo hago solo, presto más atención...pero también me pasan cosas.Me encantan las carreteras secundarias de lugares casi desérticos como Teruel, Cuenca, Soria, el Sahara...

    Besos

    Un abrazo

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  6. Mira por dónde, Angie, esta misma tarde, a la hora de la siesta, me he leído yo también el artículo que mencionas. Me ha gustado mucho, porque la mayoría de las cosas que se dicen, las suscribo al cien por cien.

    A mí me apasiona escribir porque también me apasiona leer, como dice Vargas LLosa, y escribo porque lo necesito, porque si no lo hiciera, todo lo que ocurre en mi interior no tendría posibilidad de compartirlo con los demás. Coincido también con todos aquellos que afirman que escriben por sentirse queridos y para dejar alguna huella de lo que hemos sido.

    Me ha encantado tu entrada, Angie.

    Te dejo un beso.

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  7. Escribir es una necesidad de muy variados fines.
    A mí escribir me cuesta horrores y lo hago fatal, desde siempre. Cada vez que escribo algo lo tengo que corregir una y mil veces para que sea legible. En palabras muy sencillas tengo que ayudarme del diccionario, pues soy incapaz de discernir si es con "b" o con "v" o si es "y" o "ll" o si es o no con "h" o si existe realmente esa palabra o es algo remotamente similar a lo que quiero decir.
    Mi dixlexia hace que me cueste horrores escribir. Y pese a ello, escribo: Escribo porque muchas veces necesito irme y también, como no, porque adoro escribir.

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  8. Luis Antonio, agradezco mucho tus palabras. Creo que escribir es un esfuerzo que merece la pena. A veces es complicado encontrar las palabras para expresar lo que se quiere decir pero al menos podemos intentar aproximarnos todo lo que podemos, ahí está la gracia.

    Yo también prefiero ir con copiloto, indudablemente. Ahora, lo del Sáhara me queda un poco grande. A veces me gustaría que mis trayectos fueran más largos porque realmente cuando sé el camino no me importa conducir.

    Muchos besos.

    Cristal, cuando lo leí también me resultó fácil identificarme con muchas de las cosas que se decían. Puede haber tantas razones para escribir como personas escriben. O incluso no haber razones evidentes, puede que éstas aparezcan posteriormente, como consecuencia de haber escrito. En todo caso, me parece un ejercicio mental sano, que no es poco.

    Feliz vuelta a casa. Un beso y un abrazo.


    Dicen que sarna con gusto no pica, Desastre. No sé qué decirte, creo que lo haces muy, muy bien, veo el resultado y creo que es estupendo. Ya tienes mérito si, además, tienes que afrontar problemas de dislexia al hacerlo.
    Pues ya sabes, escribiendo, que es gerundio.
    Besos.

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