martes, 5 de enero de 2010

Profesora Palotes



¿Cómo suena? Me intriga sobremanera el hecho de encontrar diferencias en el tratamiento que se da a algunas profesiones. Sorprendería que un padre o madre en un centro escolar preguntara por la Profesora Palotes. Probablemente preguntaría por la tutora, por la profesora de + materia, o directamente por Angie Palotes. Ni siquiera en el caso de que esa persona fuera doctor/a recibiría ese reconocimiento al hacer referencia a ella en un centro de primaria o secundaria. En el caso de la universidad, sin embargo, sí existen diferencias cualitativas en el tratamiento: profesor/doctor.

Si nos centramos en como define doctor el diccionario de la R.A.E. encontramos lo siguiente:

1. m. y f. Persona que ha recibido el último y preeminente grado académico que confiere una universidad u otro establecimiento autorizado para ello.

2. m. y f. Persona que enseña una ciencia o arte.

3. m. y f. Título que da la Iglesia con particularidad a algunos santos que con mayor profundidad de doctrina defendieron la religión o enseñaron lo perteneciente a ella.

4. m. y f. coloq. Médico, aunque no tenga el grado académico de doctor.

También recoge el diccionario doctor arquitecto y doctor ingeniero aunque parece que están más alejados del lenguaje coloquial por el menor grado de contacto directo de cualquier ciudadano con estos profesionales.
Vemos, por tanto, que determinadas profesiones, junto con la Iglesia (viene aquí a cuento aquello de doctores tiene la Iglesia), se incluyen dentro de una categoría especial que las diferencia del resto.

Así las cosas, encontramos extraño dirigirnos a una persona como Periodista Ramírez, Panadero López o Profesora Palotes (primaria y secundaria) pero resulta perfectamente natural Doctora Vázquez (profesora de universidad) o Doctor Mateo (médico, incluso sin ser doctor).

Es curioso también observar cómo la actividad del profesorado, con una tradición mayoritaria de mujeres es su haber, se denomina labor docente, que recuerda al famoso sus labores que define a aquellas mujeres que no realizan un trabajo remunerado y quedan al cuidado del hogar y los hijos.

¿Hasta qué punto el tratamiento que reciben las diferentes profesiones afecta a su valoración social?
¿Responde más la distinción a un intento de diferenciar clases en la estructura social?

12 comentarios:

  1. Ahora sólo pasa por tu espacio para decirte que te he dedicado un comentario sobre las "peras conferencia" y te ofrezco un par de ellas para que te las lleves a tu casa. Son tuyas y en su piel he dejado un par de besos

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  2. Yo creo que cualquier persona, sea de la profesión que sea, merece un tratamiento respetuoso independientemente de su profesión. Lo que sí es cierto es que algunas profesiones están socialmente más valoradas y eso se refleja en el lenguaje.
    Espero que no se confunda la labor docente con la labor decente al hilo de lo que dices sobre las labores, esa acepción estúpida que definía el trabajo que realizaban las mujeres no remuneradas, que además carecían de vacaciones y de jubilación.
    Cosas del lenguaje.
    Un abrazo Angie.

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  3. Una reflexión:

    "SI UN MÉDICO, UN ABOGADO O UN DENTISTA, TUVIERA A TREINTA PERSONAS O MÁS EN SU OFICINA A LA VEZ, TODAS ELLAS CON DIFERENTES NECESIDADES Y ALGUNAS, QUE ADEMÁS NO QUIEREN ESTAR ALLÍ; Y EL MÉDICO, ABOGADO O DENTISTA, SIN AYUDA, TUVIERA QUE TRATARLOS A TODOS ELLOS CON UNA EXCELENTE PROFESIONALIDAD, DURANTE DIEZ MESES, ENTONCES, PODRÍAN TENER UNA PEQUEÑA IDEA DE LO QUE ES EL TRABAJO DEL DOCENTE EN EL AULA.

    (Kathy A. Megyeri. "Chocolate Caliente para el Alma de los Maestros")


    Nunca quise ser doctora, me propuse ser "profesora", y en el nivel de primaria, porque eso es lo que me decía mi vocación y esta vocación la descubrí en el final de una carrera universitaria que nada que ver con la docencia, dando clases particulares, qué osadía, sin haber estudiado pedagogía, daba clases particulares. No fue una opción, fue una elección. Me da mucha bronca cuando se considera a la profesión docente como una buena salida para la mujer, porque tiene instinto maternal (en el cual no creo) y porque además es casi seguro que tiene un marido que la mantiene...digamos que ser docente para una mujer es mirado como un hobby. Muchos gobiernos en este país usan esa excusa para tener los salarios docentes por el piso...sin embargo no conozco ningún doctor, ni hijo de doctor que haya podido prescindir de las Angie´s Palotes.
    Aquí no se usa el término "labor docente"...pero mira el hombre es "Profesor Juan Pérez" y la mujer, casada, soltera, embarazada, virgen o no es "Señorita Juana Pérez"...ni profesora, ni señora, SEÑORITA. Si no asexuada, inmaculada.
    El tratamiento nunca es inocente...

    Besos Angie, interesante tu entrada.

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  4. Wolas Angie
    Gracias por cambiar esto... Aquí en el trabajo, sí podía comentar con el otro formato, pero en casa no, así que gracias por hacer el cambio para mí.
    Yo, como Cristal, que hay profesiones más (mucho más) valoradas que otras. Un médico (sea o no doctor, porque eso el paciente no llega a saberlo casi nunca) está super valorado a todos los niveles y en todos los estratos sociales. Incluso los estudiantes de medicina tienen un tratamiento especial por parte de la administración (al menos en la Complu, donde está mi hija)....
    Los profesores, abogados, arquitectos....también pueden estar incluídos en el mismo "saco" que los médicos, pero un escalón por debajo (creo eh????, por lo que observo).
    A mí lo que realmente me molesta es el "ñapas" (albañil), el "pelas" (taxista), el segurata (vigilante de seguridad), etc, etc, etc, que tanto prolifera y que tiene un innegable tono despectivo o despreciativo....
    En este país falta mucha educación, y no precisamente académica....

    Un beso Angie y gracias otra vez :D

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  5. A mi personalmente lo de la titulación profesional me la trae al pairo y no lo veo relevante a no ser como forma de diferenciación social. Yo soy doctor por propia elección que es la única forma de quitarle valor a algo que por si mismo es risible. En algunas culturas o en épocas antiguas, hasta se titulaban los Bachilleres, en la mente de todos está el caso de Sansón Carrasco, pero la progresiva democratización o pseudodemocratización ha ido aboliendo las diferencias.

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  6. Luis Antonio:
    Gracias por las peras conferencia, me he reído de lo lindo. Besos.

    Cristal:
    Estoy de acuerdo en que el respeto a la persona es lo primero y así debería ser, pero el respeto es una cuestión de educación y ésta se cuida poco. Socialmente se valora más a la persona por lo que gana que por lo que es, a nadie le es ajeno aquello de “gana menos que un maestro de escuela”, afortunadamente la cosa ha ido cambiando con el tiempo.
    Besos.

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  7. Mara:
    Pues no sé allí en Argentina pero aquí insisten en la enseñanza individualizada, la atención a la diversidad y las diferencias de aprendizaje, siempre en clases numerosas, claro.
    Mi primera incursión en la enseñanza fue en un centro privado, donde los alumnos y alumnas estaban en clases diferentes, muy numerosas y con problemas de disciplina, se les trataba a gritos. Después de una semana, la directora, una mujer, me dijo que realmente lo que necesitaban era un hombre, así que la primera discriminación que sufrí en mi profesión vino de una mujer. Está claro que a los 23 años, 15 centímetros más de altura y un buen bigote negro habrían resultado claramente convincentes. Sí era lo mío, aquí estoy, convencida, después he comprendido que educar no se trata ni de gritos ni de altura ni de bigotes.
    Desde la administración se trata mal la enseñanza y la última responsabilidad se deposita en el docente; mientras la educación siga siendo un arma al servicio del partido político de turno no habrá forma de valorar ni la enseñanza ni a los profesionales que la ejercen.
    También en España, las profesoras de primaria son “seños” para los estudiantes y "señoritas" para los padres, no creas que nos escapamos.
    Un beso, Mara.

    Novicia:
    Sí, yo creo que existe un sector más valorado, que es el de aquellas profesiones que mayoritariamente a lo largo de los años han estado ocupados por hombres. El lenguaje se ceba con las profesiones relacionadas con un nivel sociocultural más bajo.
    Besos, Novicia, que todos los arreglos sean esos. Gracias por tu visita.

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  8. No es lo mismo lo que entiende cada uno sobre sí mismo que lo que los demás piensan, que se refleja en el trato que te dan, además tú te haces llamar Doctor Krapp, en tu caso dices que lo eres y lo manifiestas.

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  9. Los tratamientos, sean unos u otros, no hacen mejores ni peores a los profesionales. Lo que dignifica a una profesión es el ejercicio digno de la misma. Si hay personas que no saben respetar a todas las profesiones ni distinguir entre los que las ejercen bien o mal, es su problema.

    Besos, Ängie.

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  10. Luis Antonio:
    De acuerdo en lo que dices. De todas formas es frecuente oir expresiones como "dignificación de la profesión docente", "respaldo al profesorado", que de alguna forma coloca a los profesionales de la enseñanza en una situación delicada; y a mí lo que me parece es que la profesión docente es digna en sí misma y lo que necesita un buen respaldo es el sistema educativo, que tiene mil grietas.
    Besos.

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  11. Querida y adorable profesora Palotes,su profesión es la más maravillosa. El resto depende de su propia consideración.
    Un beso,profesora Angie Palotes.
    Lo siento pero doctores sólo somos unos cuantos privilegiados.
    No te lo tomes tan en serio.

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  12. Mi querido Doctor Vitamorte, sepa que tengo su profesión en gran estima, de hecho me va en ello la salud. Ya sabe lo que dicen: tres cosas hay en la vida: salud, dinero y amor (ojo al orden)
    Desde su humilde posición de profesora, que no doctora -ni lo será- la profesora Palotes le envía también un beso.

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