miércoles, 4 de julio de 2012

Glogging


(Glog de la red)

  • Profe, toma, por si quieres verlo, ayer me hice otro glog y ya tengo alrededor de 1300 visitas.
Allí estaba en la puerta de la clase, esperando nervioso a que me acercara. Incrédula y desconcertada agarré el papelito recortado de la página web que me tendía y lo miré.
  • Venga ya, Iván, tendrás como mucho unas 10 visitas, las veces que hemos entrado y salido nosotros para hacer el trabajo.
  • ¡Que no, que no, profe, que he hecho otro glog por mi cuenta y tengo todas esas visitas, es verdad, puedes comprobarlo! Bueno, yo igual he entrado 18 veces, no más.
  • Pero vamos a ver, ¡cómo te van a visitar mil y pico personas de ayer a hoy!
  • ¡Que sí, que sí, profe, que yo te digo las cosas y a veces no me crees!
Claro, a veces era difícil creerle, como cuando en Navidades no llegó su trabajo porque se le había incendiado en el fregadero al darle la terminación de pergamino. Que lo terminó con prisas esa misma mañana y no salió adelante, me explicó. Si no me crees, que te lo diga Andrea, que ha sido testigo. Y Andrea asintió de aquella forma que no dejaba lugar a la duda: enterito se ha quemado. Tampoco por Semana Santa, cuando tenían que traer un huevo vacío para decorar un Easter Egg, supo solucionarlo. Les di instrucciones de cómo vaciarlo. Podría haber sido un huevo duro pero los íbamos a dejar en clase y si no los vaciábamos aquello acabaría oliendo... En casa de Iván comieron tortilla pero el huevo no llego, aquello tampoco cuajó.
  • Mira que puede ser el código de profe, que creo que era un mil y pico.
  • ¡Qué va, qué va! ¡Ni hablar! Lo sabré yo! ¡Que es uno nuevo que me he hecho por mi cuenta!, dijo echando un paso atrás y negando con cabeza y mano.
  •  Digas lo que digas, es imposible que hayas tenido mil y pico visitas en un día. ¿Me quieres explicar cómo?
  •  Muy fácil: lo he promocionado en Facebook, lo he tuiteado por la red y ahora tengo mil trescientas y pico visitas, lo creas o no.
Se le veía orgulloso, feliz, contento, era consciente tanto de lo que hacía bien como de lo que hacía mal, por eso me gustó que me esperara impaciente, a pesar de todas las broncas que se había llevado durante el curso, para contarme su logro. La verdad es que era expresividad en estado puro, cuántas veces su mirada me había aprobado y cuantas otras condenado cuando no le decía lo que quería oír. Todavía conservaba el candor de la inocencia del que habla sin censuras, aunque la vida ya había empezado a enseñarle que no siempre se puede decir en voz alta lo que uno piensa.

Nada más llegar a casa, dominada por la impaciencia y curiosidad saqué el papelito, escribí la dirección y pude comprobarlo:  allí estaba su blog sobre Adele con, efectivamente, ¡mil trescientas y pico visitas!

Y yo aquí, después de tres años, con 20 seguidores…..je, je.

Ha sido una experiencia muy enriquecedora. Un día les enseñé a utilizar la página, otro día les ayudé con el registro, busqué las mañas para que no tuvieran que poner su nombre ni ninguna dirección de correo electrónico y les dejé elegir un tema y trabajarlo en grupo. Después pusimos fecha para proyectarlos y exponerlos en inglés. Les ayudé lo que pude con el idioma aunque no pudimos librarnos de bastante copypaste. Y nos falló la presentación porque tienden a leer lo que está escrito. Nada achacable a ellos, eran primeritos, falta de preparación por mi parte. Debería habérselo medio organizado y estructurado pero me faltó tiempo. Una experiencia repetible y muy mejorable.

Un glog es un poster interactivo con múltiples posibilidades de diseño. Se puede incluir vídeo, texto, audio, es útil en cualquier materia y muy fácil de utilizar. Disfrutable 100% y muy recomendable.


(Lo había empezado hace días y ahí se había quedado. Ya está)