Mostrando entradas con la etiqueta amigos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta amigos. Mostrar todas las entradas

lunes, 24 de noviembre de 2014

Volver

Lo dijo y se marchó. Para ella no había elección. Se fue con el dolor de dejar su casa, sus amigos, su trabajo, su entorno, pero así lo prefirió. Mucho mejor así que la incertidumbre de qué pasará o la intranquilidad de que fuera necesaria su presencia mientras se encontraba a kilómetros de distancia. Además, la situación había ido cambiando con el paso del tiempo. No le había importado conducir una buena tanda de kilómetros cada fin de semana pero aquello ya no era suficiente, sabía que su presencia era cada vez más necesaria. Tomada la decisión, realizó las gestiones oportunas en el trabajo  y preparó la maleta. La llenó solo con ropa de temporada porque volvería de vez en cuando para dar una vuelta a la casa y regar los tiestos. Además, ese ir y venir le vendría bien para cambiar de aires cada cierto tiempo.  Se fue tranquila pero desde el momento de su marcha visualizaba con claridad un momento del futuro que le dejaba el alma cautiva de desasosiego porque no había lugar para la duda. Lo dijo en más de una ocasión: me voy pero temo volver por lo que significa, es durísimo. Y llegó el momento de volver. 

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Románico Zamorano

El regalo de Mariola sobre el románico zamorano
Si ayer a estas horas me hubieran dicho que hoy a estas horas estaría escribiendo sobre el románico zamorano no me lo habría creído. Hoy hace un día espectacular y como tal pretendía ir al huerto para aprovechar al máximo el sol de la tarde y ver los cambios en todos estos meses en que no he aparecido por allí. Recuerdo aquél día en que el jardinero ocupaba su tiempo en forrar con tela el tronco de unos frutales poco crecidos. Explicaba él que unos gatos los encontraban ideales para afilarse las uñas y los dejaban sangrantes, en un estado deplorable, con heridas tales que perdían toda la savia y temía que no sobrevivieran. El vendaje los protegería hasta que crecieran y adquirieran más fuerza. Mientras hablaba con mi amiga y cambiábamos nuestros planes, hoy frustrados, para la semana próxima, por mi cabeza surgían alternativas a ese tiempo de ocio que ahora quedaba vacío y, tras desechar algunas posibilidades por inviables, ya estaba mi mente abriéndose camino  hacia los dominios del románico zamorano.
Puente de Piedra (románico zamorano)
Mientras mis proyectos giraban en torno al románico zamorano, mi amiga me contaba que su hija Marta me había preparado unas galletas de Halloween con figuras de monstruos pero que la fase del horno había quedado al cuidado del padre y el final había sido un desastre, salvo el pico de arriba se había quemado todo. Él argumenta que todavía no había pasado el tiempo de rigor indicado en la receta. Mi amiga me promete que la próxima vez que nos veamos habrá galletas y también globos porque a Marta le hace mucha ilusión lo de estar con las manos en la masa y con cada galleta estira y estira la masa y le da mil formas antes de darle aprobación.
Catedral de Zamora (románico zamorano)
Hilaba yo las galletas de monstruos de Marta con otra conversación telefónica mantenida ayer con la tía. Aunque el paso de los años nos haga ser más precavidos, es indudable que siempre vamos a tener nuevas experiencias, sean del color que sean. El resultado de su última aventura es un buen chichón. En la residencia, la ropa sucia la echan por un hueco desde la planta alta y, al caer, el saco hace un gran ruido. Dice ella que al llegar abajo el saco hace "bumba". Esto lo debe de haber estado observando durante tiempo hasta que ayer, curiosa por ver exactamente cómo caía el saco desde arriba para hacer tan tremendo ruido, metió la cabeza entera por el hueco y, lamentablemente, al sacarla, que ella lo hace todo siempre deprisa, se dio un golpe en la cabeza.
Castillo de Zamora (románico zamorano)
Como la tía es una mujer de gran entereza, y no se arredra ante un simple chichón, a la vista del buen tiempo que hacía se fue a la playa y, una vez allí, pensó lo que tú y yo pensaríamos en ese momento si tuviéramos un chichón reciente en la cabeza: que un lavado de agua saladita con yodo le vendría muy bien. Y en esas estaba con sus pantaloncitos arremangados dentro del agua cuando un pie se le descolocó,  perdió el equilibrio y ¡adentro! Nena, me mojé hasta el sonotone.
Santa María la Nueva (románico zamorano)
Desde dentro del agua pidió ayuda y un chaval joven la ayudó a salir de allí y la acompañó hasta la residencia. Envuelta en un batiburrillo de emociones, llamó para contármelo. 
Iglesia de Santo Tomé (románico.......??)
We are counting: 1, 2, 3. Counting days: Wednesday, Thursday, Friday. Counting down: 3, 2, 1...
Y no nos podía faltar Viriato. Hele aquí.

Looking forward to meeting románico zamorano.