viernes, 1 de noviembre de 2013

Soñar con ESO


Para encontrar el buen sueño hay que prepararse, que cuidarse, que mimarse. Hay que realizar los rituales que nos van acercando pero no hay que buscarlo, no hay que salir a su encuentro, él nos encontrará a nosotros en algún momento. Antes solía agobiarme si no conciliaba pronto el sueño. Pensar que al día siguiente necesitaría una energía que no había recuperado funcionaba como un resorte que me activaba aún más y me dejaba durante más tiempo en estado de vigilia.

Hablo de situaciones excepcionales, de esos días en que  algo te ronda la cabeza, algo que ha quedado pendiente y no logras solucionar, algo que te crea intranquilidad. Ya digo que, afortunadamente, son pocas las noches que el sueño no me encuentra fácilmente después de un día de trabajo. Siempre he buscado mi espacio en la noche, me he llevado bien con ella, ha sido mi aliada en los tiempos duros de mi época de estudiante, no sé si porque por naturaleza me desenvolvía mejor en esa franja horaria o porque aprendí que había pocas alternativas si quería concentrarme seriamente en algo.

Últimamente no me agobio si un día no duermo. Tengo comprobado que resisto perfectamente al día siguiente y sé también que la siguiente noche dormiré como un lirón y de un tirón. En esos ratos leo, disfruto con ese tiempo regalado, olvido la prisa.

Cuando algo nos da vueltas en la cabeza acaba metido en nuestro sueño. Al despertar, frecuentemente, no recordamos lo que hemos soñado pero hay días que en determinado momento, como un fogonazo y sin saber qué ha estimulado esa visión, empiezas a desgranar el sueño de la noche. Y resulta curioso porque es al tiempo una entidad presente pero sumamente evanescente de forma que tiende a  escaparse si no tomas nota de ello. Me pasa que, a veces, me paro ante esa secuencia de acontecimientos inesperados y, aunque ya conozco su mágica volatilidad, parece que no acabo de creérmela, siempre pienso que yo voy a ganar la partida, que voy a acercar a mí al sueño, que puedo aplazar por un rato  el hecho de atraparlo, pese a la evidencia redundante de que el sueño cada día se viste de un disfraz diferente para despistarme, y confiada lo dejo suelto y libre mientras reanudo alguna actividad trivial que requiere mi atención. Ya es tarde cuando  me doy cuenta de que se ha esfumado.

También existen los sueños de temporada, por decirlo de alguna manera, me refiero a esas experiencias oníricas que se dan en una época determinada del año y no en otras y tienen que ver con la profesión que uno desempeña. Precisamente es este tipo de sueños el que realmente ha motivado este texto. Coincido con compañeros de profesión en que los días anteriores a comenzar el curso percibo una sensación de intranquilidad ante la incertidumbre de lo que vendrá. La adjudicación de horarios, grupos, niveles, tutorías y  alumnos, entre otros,  son variables que inciden directamente en la calidad del trabajo a realizar y genera tensión y malestar, porque todos sabemos, porque todos nos conocemos, aunque no siempre digamos y habitualmente nos aguantemos.

En esa época es muy frecuente que yo sueñe que me pierdo por el instituto, que no encuentro la clase a la que tengo que llegar y que llego tarde. Aunque intento recordar referentes e indicaciones que orienten mi camino, al final no me son útiles en absoluto y ya se sabe lo que pasa en los sueños, que el pasillo que antes te llevaba al hall se ha convertido en una tienda de chuches y cuando subes las escaleras te encuentras con que el aula de 3º C se ha convertido en un patio y ese grupo ahora está en la planta de más arriba pero en el otro ala del edificio  y,  entre unas cosas y otras, te dices que ya no llegas, porque entre idas y venidas cuando quieras llegar, la clase habrá terminado, piensas que tus alumnos a esas alturas ya estarán bien atendidos por el profesor de guardia  y que lo mejor que puedes hacer es empezar a buscar ya el aula de la siguiente clase porque necesitarás tu tiempo para encontrarla.
En tu ignorancia, crees que eres la única que se pierde por el instituto hasta que te enteras de que los demás andan igual de perdidos y sueñan lo que tú, que les cambian las clases según llegan a ellas, que las escaleras se convierten en rampas, que los libros les han desaparecido de repente en el cuarto peldaño  y que, cuando por casualidad dan con la clase correcta, se encuentran a la conserje o al personal de la cafetería impartiendo una magnífica clase de inglés mientras escriben perfectamente en la pizarra con una enorme taza de café como tiza.
También te puedes perder fuera del instituto y no llegar nunca al centro educativo. En esta situación te cambian el aspecto de las calles, les quitan los rótulos, donde había una hilera de casas te ponen un polideportivo y al girar las calles nunca encuentras lo que debería estar, eso sin contar con que hay calles en que ponen como barricadas y ni siquiera puedes asomarte para ver qué se ve al otro lado. Así es imposible llegar a ningún sitio, te puedes pasar toda la noche dando vueltas inútilmente hasta que decides que no hay remedio, que la falta no será de una hora sino del día entero. Que apechuguen los de guardia que hayan conseguido acertar con el recinto y estén dentro.

Mi amiga Carmen, además, tiene el sueño recurrente de que los niños de primer curso de ESO se levantan del sitio y no los controla. Dice no hay forma de que estén todos sentados, en cuanto ha sentado a unos pocos se le levantan otros.  Aparte de que no paran de hablar, todos tienen alguna excusa para dejar su sitio e ir lo más lejos que pueden dentro del aula, ya sea para tirar papeles, sacar punta o buscar typpex, por poner algunos ejemplos, y se puede pasar la noche sentando todos los niños que se le ponen de pie después del calvario que ha padecido hasta encontrar la clase. Oh, my God!

19 comentarios:

  1. ¡Madre mía! Hasta me he agoviado. Menos mal que cuando llegas a una de esas clases te encuentras al conserje o el personal de la cafetería, que si te llegas a encontrar con la Ana Botella..., ¡Menuda pesadilla!

    Un beso y que tengas dulces sueños.

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  2. Caray Angie, cómo has regresado de fuerte!
    Sueños sueño y me ocupan la mente cuando yo no los reclamo, pero la menre es todopoderosa y soluciona situaciones pendientes, les da vueltas y vueltas...y yo no quiero, solo quiero dormir como un lirón. ..

    Es complicado. Dicen que hay un tipo de viento que también nos da malas noches, no sé.

    Un abrazo inmenso, Angie

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  3. Pues te diré que yo sueño muchas veces con algo muy parecido, si no igual, a lo que tú cuentas. Es un agobio, la verdad. Y, en mis pesadillas, siempre hago tarde (tengo que decirte que yo, y no inmodestia) soy muy puntual, odio llegar tarde a los sitios.
    No sé a qué se deben esos sueños, pero a lo mejor es una manifestación de nuestro deseo de cumplir con nuestro deber. No sé. Y este sueño sea el miedo a no hacerlo.

    Un beso y felices sueños.

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  4. Desastre, la ruptura del verano es muy necesaria y la vuelta puede ser muy estresante, cada vez más, porque las clases son cada vez más complicadas. Una vez que empiezas asumes lo que tienes y no sirve de nada mirar para otro lado, el trabajo tiene que salir adelante. Cuando los grupos son buenos es una bendición, cuando los grupos son muy disruptivos la realidad del aula supera las peores pesadillas de los sueños.

    Un fuerte abrazo.

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  5. Josela, en los sueños a veces ves soluciones que no eres capaz de ver en la vida real. El mejor descanso se acompaña de un buen sueño. Es fantástico cuando te levantas llena de energía como si el descanso no hubiera sido de horas, sino de días. Pero son los menos. No había oído lo del viento, habrá que investigarlo.

    Sigue practicando con la bici, no lo dejes. ¿No sueñas que vas en bici ahora que estás aprendiendo? Yo seguro que me pasaría la noche pedaleando.

    Muchos besos.

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  6. Miguel, llegar tarde es algo que suele preocuparnos pues sabemos que si llegamos tarde un compañero está en el lugar donde deberíamos estar nosotros. En mi sueño voy con un plano porque sé que es inútil preguntar a nadie pero por más que intento orientarme el plano tampoco me sirve para nada. Lo que dice el plano no coincide con la realidad de donde estoy. Supongo que tiene que ver con la necesidad de control, con la incertidumbre. Se te pasa en cuanto vuelves a la rutina y ves que todo sigue funcionando aunque sea peor que antes. Una compañera me decía que cuando le asignaron sus grupos este curso se presentó en el despacho del director para decirle que ella no era capaz de atender adecuadamente los 250 alumnos que tenía a su cargo.

    Besos.

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  7. Es ,normal que nos angustie cada inicio de curso.A mí, los primeros días me da por soñar , que las piernas no me responden para subir al segundo piso y se me hace tarde es una sensación como si estuviera pegada.Estoy contigo, si el sueño no acude lo entretengo con algo pero no intento mortificarme porqué sino a la larga es peor.



    Espero que este recien estrenado Curso sea un poco menos estresante que el curso pasado.

    Me ha encantado pasar por tu rinconcito; se te echaba de menos.

    Un abrazo Angie feliz fin de semana.

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  8. Y eso porque no has hecho la mili ¿Tú sabes lo que es soñar que a tu edad venerable tienes que pillar el macuto y hacer cola para que te rapen el pelo cai al cero acompañado por un puñado de post adolescentes sin saber como carajo vas a disimular ante ellos las canas y las arrugas?
    Es curioso ¿los profesores nunca soñáis con que os convertís en vuestros propios alumnos? Yo siendo alumno he soñado con que me convertir en profesor aunque pocas veces.
    Quizás es que estáis tan imbuidos de vuestra autoridad que no permitís que vuestro inconsciente os haga tal jugarreta.
    Por cierto en tu estupendo texto hablas de lo duro que es no conciliar el sueño pero habría todo un apartado dedicado a lo duro que es despertarse antes de tiempo. En ello soy todo un especialista.
    Abrazos

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  9. No lo entiendo muy bien, no sé si todavía sueñas ahora con la mili - por lo de la edad venerable y las arrugas que comentas- o si pediste prórroga en su momento y eras mayor que el resto y el sueño se remonta e entonces.

    No, no, por favor, mili, no. Eso debía superar las pesadillas de los sueños. estoy segura. Había gente que lo pasaba realmente mal, menos mal que aquello se acabó.

    Supongo que soñamos con lo que nos inquieta, también me he visto como alumna en sueños, he tenido mis más y mis menos con algunos profes. Y con respecto a lo que dices de la autoridad, es posible que no haya más remedio que hacer uso de ella cuando no existe respeto. Una pena.

    Besos.

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    1. ¿Tú que crees? Por supuesto que se trata del primer caso. Por entonces era un Apolo deslumbrante de 23 tacos.

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  10. Mmmmm mi querida ANGIE a mi lo que más me ha gustado de todo es volver a leerte, dormida, insomne, soñando o sin soñar y además con esta agilidad y ritmo trepidante que le has imprimido a tus letras... ¡¡ cómo se nota que lo has escrito sabiéndote la lección al dedillo !! supongo que este estrés post vacacional y esta incertidumbre por saber en qué clase os toca y con qué alumnos hasta tiene su encanto aunque comprendo que tú no se lo veas... será que a la inversa yo sí lo recuerdo y como no tenía que preocuparme de mantener a nadie sentado, atento y en su sitio me podía más la curiosidad que la preocupación...

    El otro día me contaba mi hija que esperando en clase la llegada del nuevo profesor de economía financiera y suponiéndolo todo un figurín al más puro estilo yuppie de Wall street, al ver llegar a un tipo vestido de camuflaje con pantalones militares y camiseta por fuera le virron empezar a enchufar cosas y supusieron que era el electricista... todo el mundo siguió a su bola y nadie le hizo ni puñetero caso jaja hasta que se presentó.

    Ya ves cielo... hay para todos los gustos, visiones y versiones de una misma realidad dependiendo del lado de la cama que te toque ;))

    Yo que soy noctámbula por naturaleza y además duermo poquísimo pero tan intensa y profundamente que hace siglos que no recuerdo naada de lo que sueño, si es que lo hago... a mi me gusta más soñar con los ojos abiertos sin que nadie se de cuenta...esos sueños los vivo tan de cerca, tan a gusto y tan buscados que lo único que me da rabia es que me despierten de sopetón... a veces mi cara debe ser toodo un poema o una risa, según en el punto en el que me pillen, si en la fase susto o la de atontamiento:))


    Te aseguro una cosa, con el despiste que me gasto, si yo fuera profe estas pesadillas tuyas, sería mi realidad diaria y los profes suplentes estarían hasta el gorro de mi, naturalmente:))


    Un gusto enooorme volver a leerte preciooosa, graacias por volver a esta clase querida profe ...Do you like a cup of te? ;))


    Mil besos y rebieeen venida ANGIE

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  11. Huy, María, no tiene ningún encanto entrar cada día en aulas donde no se puede dar clase. Disfrutaré de este curso, que no me puedo quejar, son alumnos que ya conozco y eso es importante. Seguro que el próximo no es así.

    No me extraña que nos confundan. A m no me encuentran cuando abren el aula y estoy en la mesa del profe. Muchos me sacan el cuerpo entero, pero es una ventaja. Mira, la pantalla del proyector, cuando está subida del todo es inaccesible paramí, la cuerda con bola que cuelga está muy alta, pues a dái de hoy todavía no me he visto en la necesidad de poner una cuerda más larga. Y si me tengo wue subir en la silla, me subo.

    Me conformo con pasar por aquí a ratos, cuando puedo, y me alegra que vengas a verme.

    Yo también soy muy despistada pero acabo haciendo todo lopendiente en su momento. A veces me hago una lista para que no se me olvide nada pero cuando llego a trabajar empiezo con una cosa y otra y otra y otra y al final del día la lista ni la he mirado porque no se ha dado la oportunidad. Al final, cuando hago balance, es cuando recurro a ella para seguir añadiendo cosas que no se me pueden olvidar.

    Besos, María, feliz de que estés aquí.

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  12. Quería decir "y no estoy en la mesa del profe"

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  13. Siento no haber revisado antes de publicar.

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    1. Ni se te ocurra volver a disculparte por algo así ¿no ves mis comentarios? a veces parecen una ginkana ilegible entre la dislexia que me ataca y las faltas de ortografía, ahora además se suma que tengo un corrector que cambia las palabras que no le gustan y ya no sé que es peor si había sin H o como ayer que quería escribir Chopin y mejor no te digo lo que escribió el corrector más de 6 veces encima:))

      Respecto a lo de hacer listas con las tareas, a mi eso no me vale cielo... no se me olvida lo importante que debo hacer, lo que olvido es toooodo lo demás jaja de hecho si ves mi despacho todo son notitas amarillas por tooodas partes parece que padezco alzheimer, lo apunto todo pero luego casi nunca encuentro lo que apunté o no recuerdo mirar...con los lugares me es imposible ubicarme... para que te hagas una idea, hace años compramos una finca, bien... podía haber ido como unas veinte veces una tarde vino una amiga de visita salimos de paseo por los alrededores y tuve que preguntarle a una Sra donde estaba mi casa ( no le le djie quien era claro jajaja de hecho le pregunté por mi misma:)) segurísimo que el irmer mes de clases andaría perdida por los pasillos en busca de mis clases perdidas...

      Y gracias también por ver mi dibujito, me hizo muchísma ilusión que lo vieras...necesito mucho tiempo para pintar, no imaginas cómo me ponía este verano cada vez que cogía los pinceles... chorreo pintura, si hago eso ahora llegaría al juzgado con óleo en le pelo la mayoría de los días por eso pinto en letras aquí con vosotros es muuucho más limpio y no deja secuelas jajaja... en las próximas vacaciones que tenga repito, sin duda, disfrute un montón.


      Muuuchos muuchos besos bonita.

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  14. En mi ya largo itinerario docente he tenido más pesadillas con los problemas de gestión que generan los cargos directivos que con el reto de afrontar las clases con unos u otros alumnos...También tengo que reconocer que he tenido mucha suerte con la inmensa mayoría de los alumnos que me han tocado en suerte. Hasta la fecha...

    Una gozada volver a disfrutar de tu presencia en estos ámbitos, estimada Angie.

    Besazos

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  15. Yo este año, María, me he organizado una agenda para el trabajo. De momento he anotado las fechas clave. Lo que no sé es si la seguiré porque al final hago recuento mental y raramente me falla, pero ya van siendo demasiadas cosas y debería acostumbrarme a comprobar que, efectivamente, estoy en lo cierto. Suelo dejar las cosas hechas con tiempo y eso me deja tranquila.

    Supongo que lo malo del tema de la pintura es el lío que se organiza y, como dice Bertha, dejar todos los pinceles limpios de nuevo. Pintar ocupa su espacio y lleva su tiempo.

    Yo también soy muy despistada y me oriento muy mal, así que te entiendo perfectamente.

    Un beso fuerte, María, pinta con palabras o con pinceles, pero pinta.

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  16. Supongo que cada trabajo tiene lo suyo, pero hay personas que gestionan mejor que otras y reconocen sus errores cuando los cometen, porque no pasa nada. Todos cometemos errores y tiene que servir para reconducir situaciones. hay que escuchar a la gente porque está hasta arriba de trabajo y parte del trabajo que hacemos es innecesario,no va más allá del cajón de un escritorio y lo fundamental, que es centrarse en lo que somos, nuestra tarea como profesores, a veces queda en segundo plano.

    Este curso estoy contenta, no puedo quejarme, no. No sería justa.

    Descansa y cuídate. Gracias. Muchos besos.

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