viernes, 4 de marzo de 2011

London


No pensaba escribir nada sobre Londres pero si hay que hacerlo, lo mejor es empezar por la foto topicazo: Tower Bridge. Lo habréis visto mil veces pero no a través de mis ojos en un domingo que prometía ser luminoso de sol. Algo pasó, el sol se enfadó, frunció el ceño, las nubes lo cubrieron y Tower Bridge adquirió una tonalidad claroscura que le dio cierto aire misterioso, y a nosotras nos pilló con los tres paraguas en las maletas. Pero ya era domingo. Y además:

Whether the weather be cold
whether the weather be hot
We´ll weather the weather
whatever the weather
whether you like it or not.

El tiempo fue un suspiro. La brevedad, disfrutar minuto a minuto. Sin grandes pretensiones, buscábamos pasarlo bien, desconectar de algunas cosas y conectar con y entre nosotras mismas.

Nos alojamos en Paddington. Paddington me trae recuerdos de muy atrás, de mi primer viaje a Londres, de la época de la universidad, cuando fui con dos amigos a la edad de diecinueve años. Está muy bien comunicado con Heathrow (media hora en el Heathrow Connect), con el metro al lado y multitud de autobuses.

Como llegábamos temprano el viernes, la primera idea era ir a ver una actuación de jazz en el Royal Albert Hall. Teníamos tiempo, pero se complicaron las cosas. Nos alojamos en una típica casa inglesa convertida en hotel. A la habitación que nos asignaron se accedía bajando unas escaleras desde el exterior del edificio. Cuando llegamos había un hombre arreglando la tele y al sentarme en la cama individual la mitad de las lamas cayeron al suelo, y yo casi. Además esa no era la habitación que yo había visto en la foto del hotel, ni mucho menos, esa estaba en un sótano y las vistas daban a una pared. Lo mejor era aclarar las cosas. Aclaradas, nos dieron una habitación luminosa y amplia -la que había visto en la foto- en la segunda planta, que daba a la calle principal. Total, el jazz se truncó.




Y ahora unas pinceladas rápidas:

Observad estos tiles. Si nunca habéis entrado en los baños del metro de Piccadilly Circus, no habréis visto que por aquí y por allá los baldosines están decorados con escenas de época. He aquí algunos fragmentos de:







No me pude resistir, me parecen una chulada. Esto es novedoso para los hombres porque, como ya he dicho, están dentro de los aseos de señoras. Si alguno va a Piccadilly, por favor, que entre en los aseos de hombres y tire fotos. Que esto así, queda un poco cojo.

Además, y para que os animéis, también hay un aparato curioso para secarse las manos, no tarda ni 5 segundos. Viene bien agarrarse, yo casi me vuelo. Hay dos dibujos en la parte superior que, gráficamente, indican lo que hay que hacer, pero no me hizo falta ni mirarlos porque M. M., que me vio dudosa, enseguida dijo: mete cada mano en un agujero. Se nota que lo suyo es la enseñanza.


Cambio de colores. Seguro que adivináis el lugar donde se ubica lo que aparece en la siguiente foto. O no, porque yo no lo habría adivinado, I promise.


Esta foto no era, pero ya se queda ahí. Igual está un poco torcida pero fue por no agacharme.

Era ésta:

Ahora sí. Esto está en Covent Garden, más concretamente en el Cambridge Theatre y, más concretamente todavía, en la penúltima fila del teatro, en el Upper Circle. ¿Y? Efectivamente, son unos prismáticos que se pueden alquilar. Pues claro. La noche del jueves 24 no dormimos pero al final salimos de España con entradas para ver el musical Chicago.

Al Upper Circle del teatro se accede por una puerta lateral, nada de la entrada principal. El patio de butacas no llegamos a verlo, ni a la entrada ni a la salida -salimos por la misma puerta- y, desde luego si os molesta que en el cine el de al lado coma palomitas, no vayáis. No aguantaríais que a vuestro lado se quitaran los zapatos o estuvieran a punto de echaros medio litro de cerveza por encima. Creo que aquello era lo que nosotros entendemos por gallinero.

Ahora en serio, la experiencia fue buena, el musical genial. Un poco empañado por el cansancio y el sueño que arrastrábamos tras un día de trabajo sin dormir, pero no hubo otra opción. Hay que reservar con más tiempo. Me alegro mucho de haber ido, me alegro mucho de haberlo visto, incluso en el gallinero. Habíamos dicho que iríamos a Londres a ver un musical y lo vimos. Ahora quiero ir a ver The Mousetrap. Queda pendiente.

Mis queridas amigas me hicieron tirar fotos a todo:

Que si a la placa de Fleming, en la pared de St Mary´s Hospital en Paddington...



Que si un poco de filosofía no nos viene mal...


Que si a la escultura ecuestre de Whitehall... Lo que pasa es que íbamos en un double decker bus, en la parte de arriba, se me puso otro autobús delante y salió esto... sin querer.


Y ésta, que la hice por mi cuenta porque consideré que le vendría bien a mi amiga M. Es un gancho que convenientemente puesto en el soporte de la puerta, como se puede observar, sirve para sujetarla y que no se cierre.

Esto es lo que tú necesitas M. y no los patos que tú pones delante de las puertas, que no sujetan nada.


Empecé con una foto de Londres que me gusta y termino con otra, ahora del British.



Siempre he estado en Londres en verano, así que me ha parecido una ciudad un poco distinta, un poco más ella misma.

Y, por supuesto, me he comprado una jarrita.

13 comentarios:

  1. ¡¡¡Ha sido precioso tu periplo por London, dearest Angie¡¡¡
    Bueno, el sitio donde os alojásteis a mí me parece tan típico y entrañable que cuando en mi casa por fin se decidan a ir a Londres, te pediré los datos...
    Son tan "British"... verdad??? Tan únicamente suyos... Yo tengo una afiliada en UK y cuando hablo con ellos y podemos intercambiar algo más que cosas relacionadas con el trabajo, me resultan absolutamente únicos... No sé si es la famosa flema o qué, pero me parecen muy singulares....
    Lástima lo del jazz, Angie. Habría sido un puntazo que pudierais verlo...
    El metro tb en su línea, verdad??? Bueno, no sé si sabrás que en el tubo nosotros tenemos una estación fantasma, que se conserva tal cual era hace muchísimos años... No paran trenes allí, ni siquiera se ve, pero está en una línea, no sé si la 1 o la 10. Me enteraré...

    Muchas gracias por compartir todas estas fotos con nosotros y por contárnos tan bien tu viaje. A mí me ha encantado.

    Un beso muy fuerte y feliz finde, Angie. Y descansa en casita, que tb se está muy a gusto ;-)

    ResponderEliminar
  2. Me has hecho recordar mi estancia en Londres hace ahora diea años. Sí, es genial, me encanta Londres. Todo lo que has puesto (menos lo de los asesos de las Ladies) me resulta casi familiar, y es que yo, que sólo he estado una vez en la capital de UK,estoy enamorado de ella. Me encanta. Gracias por traerme estos recuerdos a mi mente.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. Uf....Angie, qué recuerdos.

    Como ya te comenté en otra ocasión, mi hija vivió en Londres un año, asi que fuimos a visitarla en varias ocasiones.

    Me ha encantado el reportaje que has realizado sobre una de las ciudades que más me gustan de Europa.

    Gracias por compartirlo con nosotros.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. En cuatro oportunidades distintas he tenido la oportunidad de visitar el Puente de la Torre, las cuatro veces pasé por Piccadilly aunque no visité el aseo de señoras, of course ...ni el de caballeros. El British siempre ha sido imprescindible aunque en los primeros viajes no existía esa hermosa cúpula. En mi último viaje me alojé en Paddington y siento decepcionar a la amiga Novicia: nada de lo que se ve por fuera tiene que ver con lo que hay dentro. El alojamiento en Londres es caro y malo. Espantosamente malo si no te alojas en el Savoy, Hilton y similares, claro. Habitaciones pequeñas, con cuartos de baño antiguos o enanos, camas inadecuadas, todo un desastre.
    Pero Londres merece la pena, siempre merece la pena y amenazo con volver. Y tú también seguro que volverás, Angie.

    ResponderEliminar
  5. Hola. Vengo a rectificar. Que me ha llamadao mi amiga M., la de los patos en las puertas, y dice que debo ser un poco más rigurosa cuando documento. Finamente me ha dicho que los tiles no son de Piccadilly, sino de los aseos de Westminster. Y que el secamanos cree que es del British, pero tampoco está muy segura, pero por Londres está. Espero que los prismáticos estén bien ubicados en el teatro.

    ResponderEliminar
  6. ¡Ay Novicia!, lo que ha sido es muy intenso. Lo del jazz una lástima, perdimos el primer tren en Heathrow y eso nos retrasó. Además hata las dos de la tarde no querían dejarnos entrar pero les dijimos que no habíamos dormido en toda la noche y se apiadaron de nosotras.
    Es verdad lo que dice Krapp, la calidad de los hoteles allí deja bastante que desear, pero este está totalmete nuevo y muy limpio. La habitación primera era muy pequeña. Imposible moverse tres personas en ella, pero la que nos dieron después era muy amplia y el baño pequeño pero bien.

    En la foto hay dos, uno tiene nombre, ese no, es el que hay a la derecha, se llama Hotel Paddington 27.

    Creo que la estación fantasma que dices de Madrid es la antigua estación de metro Chamartín. En Londres algunas estaciones están igual que hace muchos años. Según las horas Londres es un atasco total así que el metro es más rápido.

    Un besazo fuerte.

    ResponderEliminar
  7. Miguel, intentaré poner algunas fotos más cuando tenga un poco de tiempo. Me alegra que te traiga buenos recuerdos, es verdad que Londres enamora, igual que otras ciudades, pero verla en marzo, sin calor ni turistas, ha sido un verdadero lujo.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  8. Cristal, Londres siempre trae recuerdos, y siempre es revisitable. Me lo he pasado bien escribiendo mi reportaje, te lo puedo asegurar, aunque no tanto como cuando estuve allí. Esos momentos que vivimos no nos los quita nadie. Nos queda el sabor de su aire, de su paisaje, tan particular. Me alegra coincidir contigo.

    Muchos besos y abrazos.

    ResponderEliminar
  9. Krapp, me gusta mucho revisitar los sitios, pero en este caso la revisita era obligada, la amiga de mi amiga M. nunca había estado en Londres. Cómo no pasear por Westminster o Picadilly, o el British con la cúpula de Norman Foster, está chulo, chulo. Descubrí que cuando vas a otras salas diferentes a aquelllas donde se concentra todo lo egipcio, el museo es otro, no hay nadie y es una maravilla. Visitamos una sala dedicada a relojes, preciosos. Esta vez he visto cosas en las que no me había fijado antes y no hablo solo del museo.

    Por supuesto que volveré, no te quepa la menor duda. Tengo que ver La Ratonera, que lleva en cartel siglos.

    Respecto a los hoteles tienes razón, es difícil acertar pero éste no está mal. Y el desayuno también bien.

    Besos.

    ResponderEliminar
  10. Me ha encantado este circuito y tengo que felicitarte por el estilo desenfadado y la originalidad de muchas fotografías, realmente inéditas para mí.

    También soy un fervoroso admirador de Londres, después de París, Nueva York y San Francisco...

    Un abrazo, Angie

    ResponderEliminar
  11. Sí, si, menudo circuito he puesto, eh?. Gracias, Luis Antonio. Ciudades todas ellas revisitables. No conozco San Francisco. Siempre es bonito volver.

    Otro abrazo para ti.

    ResponderEliminar
  12. hola!!!!!!!! roma o amor perdura siempre, siempre es visitada. gracias por tu comentario tan amoroso y por mostrarme las fotos de tu Inglaterra, hermosas, hermoso blog una pregunta: entre destino y destino o sea en el viaje ¿que sentís? ¿ que pensas de viajar, que pensas de lugares desconocidos. muchas graciassssss

    ResponderEliminar
  13. Matías, la mayoría de las fotos que he puesto digamos que son curiosas, reconozco que hice otras mucho mejores.

    Respecto a viajar, me gusta, solo me ocupo de mí misma, todo el día. Me recreo en mí misma, en lo que veo, en las sensaciones que me produce el verlo, es como abrir un libro por una página sin haber leído las cincuenta anteriores, pues eso es lo me pasa cuando llego a un nuevo destino, que todo es nuevo y entonces me centro en eso y olvido el resto y poder hacer eso durante unos días es magnífico porque de alguna forma me da fuerzas para retomar la vida cotidiana, para verla de otra manera.

    Durante el viaje no siento nada especial, lo que quiero es llegar. Y si voy en avión miro por la ventana hasta que no se ve nada. Todo chiquitito ahí abajo se ve muy bien. Mientras no se caiga el avión todo es perfecto. Y hasta ahora .... bien. Cruzo los dedos.

    Besos, y gracias por pasar por aquí.

    ResponderEliminar