jueves, 10 de febrero de 2011

Prohibiendo que es gerundio


En Bachillerato

Para ellas

No vale traer el frasco de colonia a clase y echárselo a chorros en medio de una explicación de Inglés, los de al lado se huelen algo, quieren saber más y se despistan, y yo también. Tampoco vale ponerse vaselina o cualquier otro ungüento en los labios durante la clase, ni beber sorbitos de agua cada dos minutos.

Para ellos

El lugar para las mochilas es el suelo y no encima de la mesa, de otra forma el cuaderno y los libros no caben. Tampoco se puede pedir permiso para salir 5 minutos antes para ir a recoger al cole a un hermano pequeño y resulte después que no se tienen hermanos, que se es hijo único, vaya. Que al final me entero de todo.

Respecto a cuestiones de carácter pedagógico, cuando hay que realizar una redacción, cada alumno debe hacer la suya, no se puede copiar la del compañero de pupitre. Según nombro habrá que hacer entrega del trabajo inmediatamente, sin demoras para escribir el nombre. El nombre - y valga la redundancia- ya estará puesto en la hoja. Así, cuando me arrepienta de pedírselo a unos pocos y lo pida a toda la clase, evitaremos posteriores conversaciones como la siguiente:

- Profe, que tengo que decirte algo.

-

- Te lo digo para que veas que soy honrado. Que la redacción no es mía, que la he copiado.

En E.S.O.

Otro tipo de cosas ya están prohibidas en el RRI pero creo que tengo que prohibirlas más. Menciono por encima menudencias como comer chicle, respetar el turno de palabra, pintar mesas, tirar papeles al suelo o correr como locos por el aula entre clase y clase.

De mayor envergadura es que las agendas deben contener todas las páginas, queda prohibido arrancar las que tienen notas informativas para los padres, esto último es crucial entenderlo, sobre todo en el nivel inicial al que me estoy refiriendo -1º ESO.

Finalmente, preocupación mayúscula me causa todo tipo de actuaciones relacionadas con la falsificación, ya se trate de Boletines de Notas o de Partes de Amonestación – los alumnos no manejan otros documentos.

Queda perfectamente justificada la insistencia, por parte de Jefatura de Estudios, en que consiguiera, en la reunión inicial con los padres, las firmas correspondientes, y en que cotejara, que lo cotejara todo. ¡Menudos exagerados!, pensaba. Ya, ya. Rara es la entrevista con el padre o madre que no termine en un dramón familiar protagonizado por las lágrimas y con el alumno expulsado del centro durante una breve temporada.

Que voy a prohibir y punto. Punto pelota.

11 comentarios:

  1. Leyéndote, no dejo agradecer a la vida que me haya alejado de aquel tiempo irreal, mortificante y ridículo llamado enseñanza obligatoria.
    Desconozco el motivo por el que mucha gente añora ese período.

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  2. Gerundios totales, Fígaro.

    Dr. Krapp, seguro que tú eras un alumno ejemplar en aquella época por eso la recuerdas así.

    No me digas que no tiene emoción eso de pasarte el día intentando que no te pillen: o por los deberes, o porque te has pegado con el de al lado o porque has suspendido y se te cae el pelo si se enteran tus padres... Pero yo estoy dispuesta a pillarlos a todos y que me den explicaciones. A la mayoría de los que hablo les ha fallado la familia y les falla la escuela, en resumidas cuentas, les falla la sociedad donde viven.

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  3. Te comprendo perfectamente, Angie. O se ponen normas de este tipo, o se te suben a la chepa. Lo veo como madre y puedo perfectamente imaginar la posición de los profesores. Sé que algunos abusan de este poder que se les da... A veces mi hijo me cuenta cosas que sus profesores hacen o dicen que son de denuncia. Si a mi hijo alguna vez le hubieran dicho, como a un compañero suyo: "No entiendo qué haces aquí y no vas a un colegio para niños "especiales"", como mínimo hubiera ido al profesor y le hubiera dicho que me explicase eso... A mí me parece un patinazo increíble y muy cruel... Pero también sé que los adolescentes mienten. A veces más que hablan. Malinterpretan, o peor, mal-comunican, hechos que después nosotros nos creemos a pies juntillas y vamos a pedir explicaciones que luego nos tapan la boca de golpe y ya no sabes ni qué decir...
    Es imprescindible que haya ciertas normas que regulen la convivencia en el centro de estudios, y es necesario hacerlas cumplir, aunque sea machaconamente si no, llegará un momento en que aquello se volverá un sitio descontrolado y dejará muy lejos el único fin para el que está concebido...

    Mi apoyo desde aquí, Angie.

    Un beso

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  4. Yo también prohibiría que se tirasen papeles al suelo, y cuando se le pidiera a quien está más cerca del papel, que lo recogiera y lo tirara a la papelera, que te contestara con el típico "yo no lo he tirado", y entonces el profesor, que no soporta dar clase con un papelote en el suelo, le dice recogiendo el papel del suelo "ni yo". Y así sigue la clase ante la indolencia del alumno/a que ha visto como su profesor, que no anda bien de la espalda, la haya tenido que doblar para recoger el papel. En fin. Que sí, que tienes razón, que yo también prohibiría muchas cosas que ya están prohibidas, pero exigiría que se cumpliera la prohibición.

    Un saludo.

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  5. Educar es una de las tareas más duras y, en ocasiones, nada gratificante a la que podemos enfrentarnos. Pero no hay más remedio que poner normas y establecer límites para que podamos convivir.

    Es bueno comentar y consensuar las normas con los alumnos para que sean aceptadas entendiendo su necesidad y no como un ejercicio arbitrario de autoridad.

    Un fuerte abrazo, Angie.

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  6. Novicia, si todos tuviéramos el mismo respeto, las cosas serían de otra forma. Ojalá no necesitáramos tanta norma. Muchos alumnos piensan que lo que está fuera de su casa no es de nadie, no lo entienden como propio. Les digo que a mí me importa poco que pinten la mesa del comedor de su casa o que agujereen en ella con el lápiz, es completamente de su propiedad, pero los pupitres que utilizan los pagamos todos con nuestros impuestos y el curso que viene otros alumnos se sentarán en lo que ellos dejen.

    No te digo que no haya profesores que no se aprovechen de su autoridad, lo mismo pasa en cualquier otro trabajo. Cuando pase una cosa así hay que decirlo.
    Infringir las normas es muchas veces resultado del malestar que les causa un sistema educativo que no los trata como debería. Mi tutoría es todo lo contrario de la clase colindante, ellos lo saben, lo comentan, se consideran diferentes, no dan la talla, no es su culpa pero acaban siendo culpables de algo.

    Besos, muchos.

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  7. Miguel, me molesta mucho dar clase en un sitio desordenado y sucio, hay que cuidar todo, tanto las personas como las cosas. Yo soy la primera que me agacho a coger un papel, pero otras veces no, otras veces hago que lo recojan y me da igual si lo han tirado o no, lo recogen porque lo digo yo.

    Sobre todo este curso muchas cosas son porque lo digo yo: coges el papel porque lo digo yo, te sientas ahí porque lo digo yo, te callas porque lo digo yo. Acabo antes, de otra forma me eternizaría en discusiones que no van a ninguna parte con los mismos de siempre y me quedaría muy poco tiempo para mi materia; es injusto para el resto que quiere aprender. Discuto lo que sea discutible pero otras cosas no. Cuando termina la clase estoy a su disposición para hablar de lo que quieran, sin problema.

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  8. Es verdad, Cristal, educar es una tarea muy dura pero resulta muy gratificante a la larga. Como parte de la acción tutorial hemos trabajado las normas de clase y consensuado algunas, ahora, que las interioricen y que las respeten es más complicado. Una cosa es la teoría y otra la práctica.

    Los alumnos siempre van a ver al profesor como una figura de autoridad y como tal los encargados de hacer cumplir las normas. También es verdad que según el grupo las clases son más o menos fluidas. He tenido y tengo alumnos que son un auténtico lujo como alumnos y como personas.

    Besos y abrazos.

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  9. Marcar límites es fundamental, pero también se puede conseguir haciendo más énfasis en lo que se debe hacer. Las prohibiciones, aunque sean lógicas, tienen peor acogida por parte de todos.
    Me agrada el orden dentro del aula y no regateo unos minutos antes de comenzar la clase para que todo esté en su sitio.

    Un abrazo, Angie

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  10. Utilizo siempre el diálogo con los alumnos, Luis Antonio, dentro y fuera del aula, todo lo que puedo, pero no siempre funciona, te lo puedo asegurar. A veces creo que hay alumnos que pretenden comprar su buen comportamiento con un aprobado y yo no estoy por la labor. Hay que estudiar, y más cuando se trata de Bachillerato. Me desagrada mucho poner Partes de Amonestación, ya en Bachillerato me da incluso vergüenza, pero cuando no queda más remedio lo hago. Tampoco tengo problema con llamar a los padres por cuestiones de disciplina, te lleva tiempo pero funciona, y muy bien.

    Total, que para aparcar alumnos y problemas docentes hemos preparado, dos amigas y yo, un viajecito a Londres para el día del maestro (o del profesor o lo que sea), que es un long weekend. Me queda ver si reservamos un musical u otra cosa. Por lo demás todo listo. ¿A que lo hemos hecho bien? JE, JE, JE. Ya estoy terminando con la primera ronda de exámenes, quiero irme con el camino despejado.

    Te dejo muchos besos.

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