sábado, 12 de junio de 2010

De profesora de inglés a vendedora por catálogo

Podría decirse que todo comenzó con la crisis, con el recorte presupuestario de los salarios de los funcionarios. No nos merecemos lo que ganamos, somos los eternos ventanilleros con sueldo fijo a quien no va a faltar el tarugo de pan a fin de mes, unos privilegiados de la sociedad. Lo asumo, me creo que el país esté en la ruina, me lo creo de verdad, aunque reconocerlo haya llevado una eternidad. Asumo mi parte de sueldo aunque no de culpa. Lo asumo, aunque la Administración pague tarde y mal y de tanto en tanto sea necesario solicitar lo que pacta y no cumple, aunque no esté de acuerdo con las soluciones unilaterales donde unos se aprietan el cinturón como consecuencia de que otros se hayan forrado, aunque el ladrillo se cotizara a precio de oro y nos diéramos cuenta incluso los de abajo sin que quisieran verlo ni los lo arriba ni los expertos en economía.

Existen, sin embargo, otros males, también de funcionario, que complementan y matizan lo anterior. Dicen que a perro flaco todo se le vuelven pulgas, tal es el caso de aquellos que entramos en la categoría funcionario-a/profesor-a de Inglés en la CAM. Estos males tienen un origen anterior, se remontan al bilingüismo y se concretan en la duda, no razonable, sobre nuestro quehacer profesional hasta el punto de tocar directamente nuestra dignidad docente.

Según la ORDEN 2852/2010, de 21 de mayo (BOCM de 4 de junio) debemos pasar una prueba de inglés para impartir el curriculum de Inglés avanzado en las secciones bilingües de los institutos bilingües de la Comunidad de Madrid. Es decir, somos competentes para formar parte de los tribunales de oposición de Enseñanza Secundaria y evaluar la capacidad de los candidatos que se presentan a la especialidad de Inglés, también somos competentes y conformamos los tribunales de Habilitación Lingüística para evaluar la competencia en lengua inglesa de colegas de otras especialidades que impartirán su materia en inglés en centros bilingües pero,en el momento actual, no somos competentes para impartir el curriculum de Inglés avanzado de los alumnos de 1º de la ESO, eso no. Es más, no hay forma de renunciar si te nombran miembro de Tribunal de Oposición, ni de declararte incompetente para tal cometido, lo cual podría ser perfectamente razonable.

Así que cuando te proponen algo que ya no tiene el significado único y claro que acostumbraba a tener te quedas descolocada: ¿pero tú lo que planteas es que examine yo o que me examine yo para dar 1º de la ESO?

Creo que hay muchas de formas de evaluar la competencia profesional de los docentes, de todos, y considero que es un deber del sistema educativo hacerlo. En su momento pasamos una oposición. Los que hemos hecho cursos específicos del programa bilingüe recientemente, ya deberíamos estar evaluados - si la Administración se creyera lo que compra. El contenido de los cursos, en teoría, incluye el desarrollo de todas las destrezas de la lengua inglesa. Si no sirven , habrá que plantearse el porqué y qué razones o intereses subyacen al hecho de que se sigan contratando. Curiosamente, y a diferencia de lo esperable, no tienen ninguna orientación hacia la implementación del nuevo currículum en el aula. Tampoco se atienden las demandas del profesorado, centradas en necesidades reales, lo contratado es inamovible y el desencanto generalizado, no somos tontos. Sin embargo, sí dimos cuenta de nuestro saber y quehacer y pasamos una evaluación de la que nunca se nos informó. Ésa es mi experiencia.

Actitudes como ésta cuestionan directamente nuestra credibilidad y competencia profesional al tiempo que contribuyen a proyectar, dentro y fuera, una imagen distorsionada del profesorado que imparte esta disciplina.

Esta situación preludia el inicio de profesores de primera y de segunda, centros de primera y de segunda, amortizaciones y desplazamientos de profesorado que tiene su plaza definitiva en un centro y muchas tensiones añadidas a las ya existentes en los Departamentos. Divide y vencerás, esa es la clave.

No importa, siempre hay alternativas, el profesorado de inglés, habida cuenta de que le bajan el sueldo y de que no es competente para enseñar inglés, ya ha empezado a movilizarse y ha optado por una postura optimista e innovadora en el sector, aunque no muy creativa, la verdad. Sabemos que no valemos para electricistas, sabemos que tampoco valemos para fontaneros, ni para pintores (de brocha), pero sabemos vender, la venta por catálogo es nuestra baza.
Queremos promocionarnos con We want to sell it. Yes, we sell, aprovechando el tirón mediático de la incorrección gramatical con que la CAM ha promocionado su Programa de Bilingüe :We want to learn another language. Yes, we want. La movilidad de centro a centro puede incluso favorecer la entrega directa del artículo en el domicilio. Además, de cara a Europa la Administración siempre puede decir que si nuestro inglés es malo es porque el profesorado lo compagina con la venta por catálogo.

Reconozco que, de momento, las mujeres estamos más animadas que los hombres. A ellos les cuesta más asumir este doble rol laboral, pero hay que dar tiempo al tiempo Por mi parte, me considero muy afortunada porque tengo la posibilidad y la suerte de promocionar los artículos en mi propio blog, que para eso hice un curso. Ahora que lo pienso, tengo mucha, mucha suerte porque he sabido prever lo nunca visto, y me reafirmo en aquello de que todo sirve para algo.

Os presento algunos de los artículos del catálogo tal y como me lo han enviado a mí, poco a poco iremos mejorándolo, si cabe.






















Siento que el catálogo esté en castellano, la versión bilingüe está todavía en preparación, tened en cuenta que no damos el nivel de 1º ESO, pero nos vamos a reunir todos los lunes.